Los polizones, que llegaron el viernes en un remolque que iba con dirección a Bélgica, han pedido este lunes solicitud de asilo
Este lunes, 44 de las 49 personas que viajaban como polizones en el remolcador procedente de Senegal y que llegaron a Lanzarote han comparecido ante el Juzgado de Instrucción nº 3 de Arrecife. Todas ellas han formalizado solicitudes de asilo. Las cinco personas restantes no han podido acudir: una está en el hospital, dos solicitaron asilo en Frontera y las otras dos son menores.
Este lunes, 44 de las 49 personas que viajaban como polizones en el remolcador procedente de Senegal y que llegaron a Lanzarote han comparecido ante el Juzgado de Instrucción nº 3 de Arrecife. Todas ellas han formalizado solicitudes de asilo. Las cinco personas restantes no han podido acudir: una está en el hospital, dos solicitaron asilo en Frontera y las otras dos son menores.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Arrecife (Lanzarote) ha decretado este lunes la puesta en libertad de los 49 polizones que llegaron el pasado viernes, 8 de agosto, en un buque remolcador al Puerto de los Mármoles, donde desde entonces se encontraban retenidos, y quienes durante la vista han solicitado asilo.
En el auto, la magistrada ha dispuesto no autorizar el internamiento cautelar de estas personas y ha acordado su «inmediata puesta en libertad» ante la solicitud por la Subdelegación del Gobierno en Lanzarote del internamiento en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) hasta que pudiera hacerse efectiva su expulsión de territorio nacional.

La jueza ha argumentado que, si bien es cierto que los polizones se encuentran en situación irregular, «ello no es óbice para considerar que no exista otra medida más adecuada para asegurar la ejecución de la sanción administrativa que les pudiera recaer», como el control policial de su ubicación o la designación de domicilio a efecto de notificaciones, que, además, podrá ser usado para la notificación de la solicitud de asilo que han formulado.
De un cayuco al barco
Entre los comparecientes, tres han manifestado ser menores de edad, por lo que se les practicarán pruebas de determinación de edad. Hasta que se obtengan los resultados, permanecerán bajo la tutela de la entidad pública encargada de la protección de menores.
El abogado de oficio que está asistiendo a seis de las personas llegadas a territorio español, ha detallado que durante las entrevistas que ha realizado con ellas le contaron que salieron desde Senegal en un cayuco, pagando, que llegaron a Mauritania y que, una vez allí, se subieron al remolcador del barco, pero sin detallar cuándo ni cómo.
No obstante, según otro de los abogados de oficio, sus asistidos contaron que la embarcación en la que viajaban se encontraba perdida en el mar desde hacía siete días y que, tras avistar el buque, aprovecharon que navegaba lento y se subieron a una estructura que remolcaba, a unos 400 metros del barco principal, motivo por el que inicialmente no los vio la tripulación, según esta versión.
La fuente ha señalado que desconoce qué ha ocurrido con los menores que iban a bordo, porque está asistiendo a los adultos, pero que están teniendo un trato diferente por la protección con la que cuentan debido a su edad.
Salida desde Dakar
El buque, con bandera neerlandesa y destino al puerto de Amberes (Bélgica), partió desde Dakar, la capital de Senegal, hace diez días. El viernes por la mañana se puso en contacto con el puerto de Arrecife solicitando permiso para atracar y comunicó que había encontrado a 49 polizones embarcados en la gabarra que remolcaba.
Ayer, las autoridades del puerto habían requerido al barco que depositara una fianza de un millón de euros, teniendo en cuenta que la legislación marítima establece que el armador debe encargarse de la manutención, hospedaje y los pasajes de vuelta de los polizones que viajan de forma clandestina.
Tras varias horas en las que el barco se mantuvo en el límite de las doce millas náuticas, a la espera de que Capitanía Marítima le autorizara la entrada a puerto, finalmente el barco puso rumbo a Arrecife y se permitió la llegada de los polizones «por razones humanitarias», según esas mismas fuentes.