Investigadores tratan de comprobar la viabilidad de la yuca y la cochinilla en la producción de alimentos más asequibles para sector ganadero
Los ganaderos del archipiélago han estado enfrentando el alza de los precios de los piensos desde la pandemia. Para hacer frente a estos sobrecostes, se están investigando las cualidades de la yuca y de la cochinilla como posibles insumos animales.
Uso de la yuca
Una partida de 4000 esquejes de yuca importada desde Cuba llegó a Tenerife en diciembre. Esta investigación internacional tiene como objetivo abaratar los costes de alimentación ganadera aprovechando toda la planta, desde la raíz hasta las hojas. La raíz de la yuca es una reserva de carbohidratos que puede compararse con los granos de cereal, mientras que la parte aérea de la planta es muy proteica.
Es esencial estudiar la adaptación del cultivo en Canarias, ya que la yuca crece bien a partir de los 16-20 grados Celsius. Aunque la plantación inicial se realizó en una época no ideal, es ahora cuando se espera que la yuca comience a desarrollarse adecuadamente. Una vez obtenido el pienso, el siguiente paso es alimentar al ganado y probarlo con animales experimentales para evaluar las calidades finales de los productos derivados.
Uso de la Cochinilla
En Gran Canaria, también se están explorando nuevos alimentos animales, específicamente la cochinilla. Este insecto se ha utilizado tradicionalmente para producir colorante, pero ahora se está investigando su uso en harinas tanto para la gastronomía como para piensos animales. El cultivo de la cochinilla tiene la ventaja de requerir muy poca agua, con un consumo anual de aproximadamente 15-20 litros por planta.
Con estas investigaciones, el sector primario de las islas aspira a ser menos dependiente del exterior, reduciendo los costes y mejorando la sostenibilidad de la producción ganadera local.
