Miembros de la flotilla que llegaron este domingo han denunciado malos tratos físicos y psicológicos
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha afirmado este lunes que, si no hay cambios de última hora, los 28 activistas españoles de la Global Sumud Flotilla que siguen detenidos podrán salir hoy mismo de Israel para regresar a España.
Miembros del primer grupo de la flotilla que llegaron este domingo a Madrid denunciaron que mientras permanecieron en la prisión detenidos sufrieron vejaciones y humillaciones. Afirmaron que han sufrido malos tratos físicos y psicológicos.
«Los maltratos físicos y psicológicos han sido repetidos durante todos estos días: nos han golpeado, nos han arrastrado por los suelos, nos han vendado los ojos, nos han atado de pies y manos, nos han metido en jaulas, nos han insultado», ha denunciado Rafael Borrego, uno de los activistas.

Denuncias de malos tratos
Tras los abrazos y saltos con los amigos y familiares que les esperaban en la terminal del aeropuerto, han relatado las jornadas pasadas. El pasado miércoles la flotilla la interceptó la armada israelí.
Según han señalado, estuvieron horas maniatados en el puerto antes de ser trasladados a la prisión en el desierto, en un «proceso constante de deshumanización». Relataron que los deportaron sin juicio y se les mostró papeles en hebreo, sin traductor
No tuvieron acceso a abogados ni han podido contactar con las familias. Denunciaron que tampoco han recibido asistencia médica y se les privó de agua potable. Tampoco recibieron medicamentos necesarios a algunos de ellos, como la insulina que requerían dos personas diabéticas y que no recibieron hasta tres días después de la detención.
De acuerdo con su relato, personas armadas entraban con perros en las celdas y les apuntaban a la cabeza, les privaban del sueño, les cambiaban de celda para impedir que durmieran y los trataron «peor que animales».
Esperan que haya más flotillas hacia Gaza

Los miembros de la flotilla han agradecido la presión popular, han pedido a los gobiernos que actúen para que lo ocurrido no quede impune y han querido llamar la atención sobre la situación de miles de presos palestinos que están en poder de las autoridades israelíes.
A su juicio, Israel ha querido tener una actitud ejemplarizante con los activistas, pero ellos han tenido la fortuna de que el foco internacional estaba sobre la flotilla.
A pesar de lo ocurrido, han asegurado que volverían a embarcarse y han confiado en que pronto haya otra flotilla hacia la Franja de Gaza.
Todos han aparecido en la terminal vestidos con camisetas blancas, ya que no les permitieron cambiarse al salir de la prisión y, han denunciado, les robaron la mayoría de los objetos personales cuando desembarcaron en el puerto.