En tiempos de crisis aumentan los tratamientos estéticos

El perfil del paciente ha cambiado con el creciente interés de los hombres, y el aumento mamario continúa siendo la intervención más solicitada

La mitad de las operaciones estéticas no las realiza un cirujano plástico titulado ni un especialista con la formación adecuada, lo que afecta directamente a la salud y a la seguridad

La cirugía estética se ha disparado en los últimos años, lo que responde a que, en tiempos de crisis, aumentan los tratamientos estéticos. Así, la pandemia, que obligó a comunicarse -aún más- a través de las pantallas, provocó el llamado efecto Zoom, que hace referencia a las inseguridades surgidas a partir de ver constantemente nuestro rostro en una imagen digital.

La demanda de tratamientos estéticos se dispara en los tiempos de crisis. Jordi Mir, cirujano plástico y, también, presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE). EFE
La demanda de tratamientos estéticos se dispara en los tiempos de crisis. Jordi Mir, cirujano plástico y, también, presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE). EFE

«Está demostrado que en tiempos de crisis aumentan los tratamientos de cirugía estética«, asegura el cirujano plástico y, también, presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE), Jordi Mir.

Pero no es el único elemento que explica el auge; otra razón es que las personas «cada vez se cuidan más». «De hecho, este es un signo de una civilización avanzada, de manera que creemos que la cifra continuará aumentando», augura el cirujano.

Más pacientes masculinos

Según una encuesta de la SCCPRE dirigida a más de un centenar de profesionales del sector, en 2019 la mayoría de cirujanos plásticos catalanes practicaban entre 50 y 100 intervenciones estéticas al año, una cifra que en la actualidad se sitúa entre 100 y 200, lo que confirma la tendencia al alza.

El perfil del paciente también ha cambiado, con una presencia creciente de hombres, que ya representan el 25 %, aunque las mujeres siguen «ganando por goleada», con un 75 %.

Uno de los factores que Mir atribuye a este aumento es la mayor aceptación social de la cirugía estética, aunque, según indica, también se debe al hecho que los hombres «se cuidan más» y a que, con las nuevas tecnologías, ahora las recuperaciones «son más rápidas» y los resultados «más naturales y seguros».

Mir también señala que «hay pacientes de todas las edades a partir de los 18 años», aunque insiste en que «las dos grandes oleadas» se concentran entre los 20 y los 30, que buscan cambios «exuberantes», y entre los 40 y los 50, que piden resultados «más naturales» porque son personas «más maduras».

Tendencia a la naturalidad

Además del incremento de la demanda, en los últimos años las tendencias también han evolucionado y los cirujanos han observado cómo crece la inclinación a la naturalidad.

El aumento mamario continúa siendo la intervención más solicitada en Cataluña, aunque ahora se hacen más operaciones para reducir la medida de las prótesis, o incluso retirarlas o sustituirlas por grasa que se suele extraer del abdomen, los muslos o la parte baja de la espalda.

Así, el doctor asevera que «ya no se llevan los senos exagerados, tipo Pamela Anderson», sino que ahora la tendencia es hacia «una estética más discreta, armoniosa y adaptada a la constitución de cada persona». A lo que añade que esta moda es favorable para los cirujanos plásticos: «Implante moderado, problema pequeño; implante grande, problema grande», admite Mir.

Intrusismo y complicaciones médicas

Por otro lado, el cirujano critica que, actualmente, la mitad de los tratamientos estéticos no las lleva a cabo un cirujano plástico titulado ni un especialista con la formación adecuada, lo que puede suponer un problema que afecte directamente a la salud y a la seguridad.

«Este nivel de intrusismo provoca mucha insatisfacción en las pacientes e incluso complicaciones médicas«, alerta Mir, que añade que «hasta el 90 por ciento de los cirujanos plásticos catalanes han tenido que corregir alguna intervención de un intruso».

En este sentido, el papel de los cirujanos es fundamental en los pasos previos, ya que son los encargados de evaluar si el paciente se encuentra «psicológicamente estable» antes de iniciar una intervención.

Además, al tratarse de intervenciones que buscan acabar con los complejos físicos, estas también pueden generar una sensación de bienestar que lleve a algunos pacientes a repetir en exceso: «El límite es el sentido común», afirma el médico.

Por lo que, reitera, lo importante es contar con un médico acreditado: «Como hay un grado de intrusismo elevado, no todos los profesionales que te verán te dirán que no».

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