Los vecinos denuncian el abandono de La Casa del Niño en Las Palmas de Gran Canaria

Los vecinos se aquejan del gran deterioro del edificio, donde se han captado presuntas visiones y cacofonías. Lo que antes era un orfanato ahora es un inmueble en ruinas repleto de grafitis y restos rituales

RTVC

La Casa del Niño es una de las joyas del racionalismo canario. Está ubicada en Las Palmas de Gran Canaria, y fue un antiguo orfanato durante años. A día de hoy se encuentra en ruinas, por lo que los vecinos piden que se recupere este Bien de Interés Cultural.

Desde hace 30 años presenta un importante deterioro y se le atribuye un aspecto fantasmagórico. Algunos vecinos apuntan que durante la noche los sonidos se apoderan de sus pasillos, escaleras y habitaciones.

El edificio no conserva puertas ni ventanas, y está lleno de basura junto a grafitis. Además, cuenta con señales, advertencias y restos de rituales. Infinidad de medios nacionales han publicado presuntas cacofonías y visiones captadas en su interior.

En la actualidad hay un proyecto para convertir el inmueble en centro sociosanitario, pero son necesarios diez millones de euros. Asimismo, la plataforma vecinal ha denunciado su inactividad.

Historia de La Casa del Niño

Fue construido entre 1938 y 1944, y la Casa del Niño se ha convertido en uno de los inmuebles históricos de esta ciudad. Fue fundado como un antiguo orfanato, sobre el que hoy pesan muchísimas leyendas. Se mantuvo habitado hasta 1991, y por él pasaron 800 niños de la posguerra.

El miedo es, a día de hoy, lo único que parece evitar el acceso a este hospicio creado para inculcar la ideología falangista a los niños huérfanos. A pesar de que varias administraciones, la Iglesia, la falange y la familia del Conde de la Vega Grande poseen su tutela, no se ha hecho nada para recuperarlo ni frenar su deterioro.

El gobierno está buscando una solución, pero hasta el momento no se ha emitido ningún proyecto. Los vecinos esperan su recuperación, ya que forma parte del patrimonio cultural. Algunos apuntan a que el edificio podría aprovecharse como un centro de acogida de menores o para personas sin hogar.

Los vecinos se aquejan del gran deterioro del edificio, donde se han captado presuntas visiones y cacofonías. Lo que antes era un orfanato ahora es un inmueble en ruinas repleto de grafitis y restos rituales

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