Se cumple un año de la ecotasa en Masca con resultados positivos en la reducción de la afluencia al barranco y en la regeneración del espacio natural
Después de un año de aplicación la ecotasa a Masca ha conseguido resultados positivos para reducir al afluencia al barranco y la recuperación del espacio natural. El Cabildo de Tenerife hace balance y son optimistas al comprobar que ha disminuido en un 76 % la afluencia de visitas.

Un dato positivo para la conservación de las especies de ese entorno natural. Con la ecotasa, 24.000 personas visitan cada año el Camino Barranco de Masca, sin ella, cuatriplicaría esa cifra. Según la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, “esta drástica bajada de la presión sobre el sendero ha sido clave para proteger el entorno».

Ecotasa en el futuro
Dávila ha indicado que “la ecotasa se enmarca además en los compromisos adquiridos el Debate del Estado de la Isla de 2024, en el que anuncié públicamente la implantación de la ecotasa como una de las medidas estructurales para proteger los espacios naturales más sensibles de Tenerife”.
El dinero recaudado, 652.000 euros, se han reinvertido en la conservación, mantenimiento, embarcadero, Centro de Visitantes y en el servicio de guaguas. Especificó la consejera del Medio Natural, Blanca Pérez, quien ha añadido, “es un modelo innovador que se ha exportado a Valle Gran Rey”.
Pérez ha subrayado otras mejoras, como en seguridad, «con el personal de control se han reducido los rescates y las evacuaciones».
Cómo ir a Masca
El acceso al Camino del Barranco de Masca está regulado mediante reserva previa obligatoria y aforo limitado a 275 personas diarias. El acceso es gratuito para las personas residentes en Tenerife, 3 euros para el resto de los canarios; los menores 1,50, y los no residentes adultos, 28 euros, mientras los menores, 14 euros.
Además, desde abril de este año, las personas que realizan el recorrido completo del sendero deben hacerlo en transporte colectivo desde Santiago del Teide, una medida pensada para descongestionar la carretera TF-436 y reducir la presión sobre el caserío de Masca. El sistema se completa con la salida por mar desde el embarcadero de Masca, incluida en la reserva y también regulada, lo que permite cerrar el recorrido de forma segura y sin impacto en la costa.