Un estudio de la ULL revela que las aguas de riego de Fuerteventura contienen 20 veces más microplásticos que las aguas desalinizadas
En las aguas residuales los microplásticos se cuelan a través de los lavados de la ropa. La lavadora libera fibras que pasan al alcantarillado y de ahí a las depuradoras de agua. En Fuerteventura, el agua de riego procede de depuradoras o de agua desalinizada. Se trata de una fuente necesaria pero en la que han descubierto se cuelan millones de microplásticos.
Un estudio de la Universidad de La Laguna (ULL) revela que la concentración de estos minúsculos plásticos en los suelos regados con agua depurada tenían mayor concentración que los regados con agua desalinizada, concretamente 20 veces más. Mientras, los suelos que no tenían ni riego ni cultivo no presentaban este tipo de sustancias.
La forma y, sobre todo, el tamaño de estos pequeños plásticos juega un papel fundamental en al contaminación de los terrenos. Los expertos aseguran que cuanto más pequeño es el microplástico, más disperso se encuentra en el medio ambiente. Esto provoca que pueda tener más efectos en los organismos vivos.
