La parroquia de San Pedro, en La Isleta, ya no puede hacerse cargo de los migrantes que abandonaron el viernes el campamento Canarias 50.
El grupo de migrantes que salieron del campamento de acogida Canarias 50, en Las Palmas de Gran Canaria, ha tenido que volver a dormir en la calle.
Después de que pasarán la primera noche en El Confital, La parroquia de San Pedro, en el barrio capitalino de La Isleta, los había acogido por unas noches, pero ya no pueden seguir haciéndose cargo de ellos.
Los migrantes pasaron su última noche en la Iglesia de San Pedro la noche del lunes, pero el espacio presta servicio como comedor social y tiene que recobrar su actividad para las personas y familias que lo necesitan.
Más de 40 jóvenes pasaron en la calle una noche más. Además, nuevamente han vuelto a ser identificados por la Policía Nacional y uno de ellos fue detenido.
Antes de tratar de descansar en las aceras de la ciudad, el grupo de migrantes guardó un minuto de silencio por el compañero que este martes fallecía en las mismas calles de la capital por las que ellos vagan sin rumbo.
Salida voluntaria
El grupo de migrantes ha solicitado individualmente retornar al campamento. Cruz Roja señaló que los migrantes abandonaron voluntariamente el programa y el campamento el pasado viernes sin firmar el documento de baja voluntaria, al que se negaron. Tras el abandono del lugar, los migrantes quedan automáticamente fuera del programa de acogida.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha pedido medidas de urgencia.
La Delegación del Gobierno en Canarias busca una posible solución que les permita regresar al sistema de acogida.