La historiadora, Inma de Armas, resaltó la resiliencia del pueblo majorero y la importancia de conservar su cultura y tradiciones
Las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de La Peña 2025 dieron comienzo este jueves con el pregón a cargo de la historiadora majorera Inma de Armas, una de las figuras más influyentes en el desarrollo cultural e histórico de Fuerteventura.
La presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, expresó la importancia de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de La Peña,. «Una cita muy especial para todas las personas que vivimos en Fuerteventura. Son días en los que compartimos camino, tradición y devoción, y en los que sentimos, con más fuerza, el orgullo de formar parte de esta Isla”.
Asimismo, destacó la figura de Inma de Armas “como investigadora y autora de publicaciones que ha enriquecido nuestro presente y sembrado la semilla para que nuestra isla pueda caminar hacia el futuro sin olvidar de dónde venimos”.
El alcalde de Betancuria, Enrique Cerdeña, destacó la emoción y alegría que se vive en La Vega de Río Palmas. Un lugar que recibe a todas las personas que peregrinan desde todos los lugares de la isla para encontrarse en la casa de la patrona, el santuario de la Virgen de La Peña. «La fiesta se inicia con el pregón, a cargo de una historiadora y persona destacada por su amplia trayectoria en el ámbito del trabajo cultural», dijo.
Recorrido por la historia majorera
Inma de Armas compartió un recorrido por la historia majorera, teniendo el agua como hilo conductor. Recordó cómo este recurso y su aprovechamiento han sido determinantes en la vida de los majoreros a lo largo de los siglos. Desde los tiempos aborígenes hasta la modernidad marcada por la llegada de la desalación con la primera potabilizadora en 1970.
De Armas destacó sistemas de aprovechamiento como las gavias, muy similares a los que ya utilizaban los pueblos bereberes. Lo que ha llevado a lanzar distintas hipótesis sobre el modo de vida aborigen. Entre 1406 y 1418, los normandos conviven con los naturales en la Isla y los nuevos berberiscos. «Uun crisol de lenguas y culturas” en el que surgen términos provenientes de voces berberiscas como Fayagua, Amanay o Tababaire. Términos que dan nombre a distintos lugares y fuentes distribuidas por la Isla.
Con la llegada de los castellanos, surge la exportación del grano como base económica. En ese momento, el paisaje empieza a configurarse por gavias, vegas, maretas y pozos provistos de norias. Asimismo, hizo referencia a los aljibes, diseñados para aguantar largos periodos de sequía, “como los aljibes de Chó Julia en Villaverde o los recientemente restaurados El Veneno y Redondo en el municipio de La Oliva”.
Asimismo, la historiadora hizo referencia al uso de la destiladera como depuración doméstica, los periodos de sequía que se alargaban durante años y a la figura de los “varistas”, que localizaban depósitos o corrientes de agua mediante las vibraciones de una vara de granadero
Una serie de elementos sucedidos en el tiempo que, según De Armas, ha hecho que “contemos con siglos de consciencia y experiencia para que no se desperdicie ni una gota. Y para hacer respetar la cultura del agua como hecho intrínsecamente ligado a nuestras vidas”, señaló la historiadora.


