Los 27 apoyan flexibilizar los fondos europeos para la lucha contra el coronavirus

Los gobiernos de la Unión Europea han dado este miércoles su visto bueno a la propuesta de la Comisión Europea para flexibilizar las normas sobre los fondos estructurales con el objetivo de que las capitales puedan dirigirlos a la lucha contra la pandemia de coronavirus.



Los Veintisiete han dado su aval a nivel de embajadores a la medida sin incluir modificaciones en el texto original propuesto por Bruselas dado el «desafío sin precedentes» al que se enfrenta el bloque, ha informado en un comunicado el Consejo de la UE. Antes de poder entrar en vigor, los cambios deben ser aprobados también por el Parlamento Europeo.



La medida forma parte del segundo paquete de medidas planteado por el Ejecutivo comunitario la pasada semana. Con ella, Bruselas busca una mayor flexibilidad en la gestión de los fondos comunitarios para garantizar que éstos son dirigidos por los Estados miembros a las necesidades más urgentes vinculadas a la pandemia.



De esta forma, las capitales podrán trasferir dinero europeo entre los tres fondos que componen la Política de Cohesión (el Fondo de Cohesión, el Fondo de Desarrollo Rural y el Fondo Social Europeo), así como entre las partidas divididas para las distintas categorías de regiones (en transición, menos desarrolladas y más desarrolladas).



Además, los Estados miembros tendrán la posibilidad de que el 100% de los programas de cohesión estén financiados por fondos comunitarios, eliminando así la obligación de que una parte de la dotación de estos proyectos provenga del presupuesto nacional.



Por otro lado, las modificaciones eximen a los países del cumplimiento de los requisitos de concentración temática, pospone la presentación de los informes anuales de 2019, permite una «flexibilidad financiera limitada» en el cierre de los programas y abre la puerta a utilizar el Fondo de Desarrollo Regional para apoyar a empresas en dificultades.



También han respaldado los Veintisiete los cambios propuestos en el Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), por ejemplo, impulsando nuevos métodos de entrega de alimentos y otros productos a personas con pocos recursos.



En este caso, los gobiernos de la UE sí que han introducido enmiendas a la propuesta original de la Comisión para que este fondo, del que se benefician unos 13 millones de europeos al año, para que las entregas se amplíen no solo a vales electrónicos sino a vales de todo tipo.


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