La población de edad avanzada y las embarazadas constituyen el grupo de mayor vulnerabilidad
El cambio climático y sus efectos en la salud fueron el centro del encuentro ‘Hábitos saludables, planeta sostenible’ en el marco del 45º Congreso Nacional de Medicina Interna. Expertos en salud debatieron sobre la necesidad urgente de preparar el sistema sanitario para enfrentar los desafíos climáticos actuales y futuros.
La Dra. María Villalonga destacó el riesgo creciente que las olas de calor representan para las personas. «Reconocer su impacto en la salud es prioritario», subrayó. Según Villalonga, el envejecimiento poblacional en países industrializados crea una vulnerabilidad adicional ante temperaturas extremas.
Los especialistas enfatizaron que el exceso de calor puede afectar gravemente a quienes padecen enfermedades crónicas. La Dra. Belén Alonso explicó que el calor extremo intensifica la deshidratación y descompensa afecciones preexistentes. Para pacientes con patologías respiratorias crónicas, el riesgo de crisis respiratorias graves aumenta, incrementando las hospitalizaciones.
Asumir un rol activo ante los desafíos climáticos
El Dr. Carlos Cabrera subrayó que los médicos deben asumir un rol activo ante los desafíos climáticos. Según Cabrera, el gremio médico debe liderar la descarbonización del sector salud y fomentar una conciencia ecológica que conecte la salud humana y la salud planetaria. «Deben exigir medidas políticas para una transición hacia sistemas de salud sostenibles», afirmó.
El informe anual MoMo del Instituto de Salud Carlos III muestra que el calor extremo causa un aumento en la mortalidad. En 2021, el exceso de temperatura incrementó las muertes en un 1.22%. La Dra. Villalonga señaló que el impacto del calor sobre la salud varía; las admisiones hospitalarias por enfermedades cardiovasculares y renales aumentan durante olas de calor, mientras que las patologías respiratorias muestran un comportamiento más irregular.
Recientes estudios en el Hospital de Son Espases indicaron que las olas de calor aumentan los ingresos en las unidades de cuidados intensivos. En especial, el grupo más afectado es la población activa, de entre 15 y 65 años. En estos pacientes, el riesgo de ictus e insuficiencia renal se incrementa significativamente durante los días de calor extremo.
Educar a los pacientes sobre hábitos saludables
Para Villalonga, los internistas deben educar a sus pacientes sobre la importancia de adoptar hábitos saludables. Además, deben revisar tratamientos y condiciones de vida, especialmente en olas de calor, buscando evitar descompensaciones graves. Sugirió preguntar por la calidad de las viviendas de los pacientes, pues el calor interior extremo y la presencia de mohos influyen negativamente en la salud respiratoria y general.
Otro tema destacado fue el surgimiento de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y el chikungunya, las cuales se ven favorecidas por el clima cálido. Alonso también advirtió sobre el papel de los médicos internistas en la detección de nuevas alergias y el empeoramiento de asma, impulsados por el aumento de alérgenos y contaminantes ambientales.
Los especialistas ofrecieron recomendaciones prácticas para proteger la salud en un contexto de calentamiento global. Estas incluyeron evitar la actividad física en horas de calor extremo, mantenerse bien hidratado, vigilar la calidad del aire interior y ajustar medicamentos para minimizar riesgos en enfermedades crónicas.
«La EPOC, por ejemplo, está estrechamente ligada a la exposición a contaminantes, lo que agrava la enfermedad y aumenta las hospitalizaciones en climas de alta polución», dijo Alonso. Vivir en ambientes libres de polución, agregó, ayuda a reducir exacerbaciones en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas.
Enfermedades emergentes
La aparición de enfermedades emergentes, como el paludismo, se relaciona cada vez más con el cambio climático, advirtieron. El aumento de vectores y alérgenos en áreas urbanas contribuye a complicaciones en la salud pública y amplía el espectro de afecciones vinculadas al calentamiento global.
Finalmente, el Dr. Cabrera cerró su intervención destacando que la comunidad médica debe promover un cambio social hacia la sostenibilidad ambiental y sanitaria. «Los médicos juegan un papel crucial en la concienciación y en la implementación de medidas que aseguren un futuro saludable para la humanidad y el planeta», concluyó.