El colectivo de tasadores hipotecarios buscan un acuerdo marco sectorial que contemple tarifas mínimas «ligadas al coste real de los informes, garantías de independencia y seguridad profesional»
La Asociación Española de Tasadores Hipotecarios (AETH) ha levantado el paro para las tasaciones encargadas por particulares a través de sociedades de tasación y mantenerlo en el canal bancario ante lo que consideran una falta de respuesta e inacción de las tasadoras y sus patronales (AEV y ATASA).
Con este paro, aprobado en una asamblea el pasado 15 de diciembre, los tasadores hipotecarios buscan un acuerdo marco sectorial que contemple tarifas mínimas ligadas al coste real de los informes, garantías de independencia y seguridad profesional y órganos de gobernanza y resolución de conflictos mediante una comisión mixta tasadores–sociedades, según indican en un comunicado.
La asociación estima que en España hay en torno a 3.000-4.000 tasadores en activo, de los cuales aproximadamente un 30 % son arquitectos, un 65 % arquitectos técnicos/aparejadores y el resto ingenieros agrónomos y otros titulados técnicos.
AETH insiste en que el modelo actual de las sociedades de tasación se sostiene sobre miles de profesionales autónomos con tarifas a la baja, que en algunos casos representan apenas un 20 % de lo que paga el cliente final. Y que permanecen prácticamente congeladas desde 2008, situando sus ingresos por debajo del salario mínimo interprofesional, pese a que la carga técnica y de gestión ha ido en aumento por las nuevas regulaciones.
«Minimizar el perjuicio a las familias»
Con esta decisión, el colectivo quiere minimizar el perjuicio a las familias y empresas que necesitan formalizar una hipoteca, sin renunciar a su protesta frente a un modelo que, denuncia, les ha llevado a una precariedad que pone en riesgo la calidad y la fiabilidad de las tasaciones y les obliga a trabajar por debajo de costes.
El paro en el canal bancario seguirá afectando a la práctica totalidad de las tasaciones hipotecarias que se canalizan a través de entidades financieras y sus carteras, lo que, advierten, puede ralentizar la concesión de hipotecas y retrasar operaciones vinculadas.
La asociación subraya que no se pretende encarecer injustificadamente las hipotecas, sino alinear los precios con los costes reales, eliminar comisiones impropias y garantizar que quien realiza el trabajo deje de hacerlo a pérdidas.
Para AETH, la situación actual compromete la calidad del sistema hipotecario regulado y, en última instancia, la seguridad de familias, empresas y entidades financieras porque la precariedad de quienes visitan los inmuebles, analizan la documentación, realizan las comprobaciones y firman las valoraciones reduce el tiempo disponible por informe y aumenta el riesgo de errores.


