Si los países con más vacunas no las redistribuyen a los que no tienen, la pandemia podría ser «infinita» según el escrito de estas organizaciones al G20
Diversas organizaciones humanitarias han pedido este sábado a los líderes del G20 que luchen contra la falta de vacunas en diversas partes del mundo, advirtiendo de que la desigualdad en la vacunación podría resultar en una «pandemia infinita».
«No hacer frente a la desigualdad de vacunas durante la cumbre del G20 este fin de semana podría prolongar la pandemia (…) si los líderes no enfrentan los problemas estructurales que han ignorado hasta ahora, permitiendo que dosis (de la vacuna contra la) COVID-19 sean acaparadas por las naciones ricas», ha denunciado la Alianza Popular de Vacunas, una coalición de más de 75 organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional y Oxfam.
En un comunicado publicado en la web de Amnistía Internacional, el grupo ha demandado que se suspendan de manera temporal las leyes de propiedad intelectual para las vacunas contra la COVID-19, y que se colabore en el intercambio de tecnología y tratamientos contra la enfermedad.
Las organizaciones han recordado que el G20 representa al 62 por ciento de la población mundial pero que ha utilizado el 82 por ciento de todas las vacunas producidas en el mundo contra la COVID-19, mientras que en los países más pobres apenas se ha inmunizado al tres por ciento de la población con al menos una dosis.
En el escrito, la coalición ha defendido que el 82 por ciento de la población del G20 vive en países que están a favor de una propuesta, presentada por India y Sudáfrica, para suspender las leyes de propiedad intelectual en tecnología contra la COVID-19 y así ampliar la prducción de vacunas.
Reino Unido y la Unión Europea, acusadas de bloquear la propuesta
Ha acusado, sin embargo, a Reino Unido y Alemania -y, por ende, a toda la Unión Europea- de bloquear la propuesta. «Reino Unido y Alemania han vacunado a tres veces más población (…) que India y Sudáfrica», asegura el escrito.
La directora de políticas de la Alianza Popular de Vacunas, Anna Marriot, ha calificado de «escándalo» el bloqueo de la propuesta, y ha acusado al G20 de «darle la espalda a los miles de niños que la pandemia deja huérfanos cada día».
El grupo ha asegurado también que Indonesia, uno de los países que apoyan la suspensión de la propiedad intelectual, afirmó durante una rueda de prensa que podría fabricar 550 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 al año si no fuera por el secretismo sobre su desarrollo y tecnología.
Por su parte, la asesora de Salud de Amnistía Internacional, Tamaryn Nelson, ha reclamado que los países que tienen exceso de vacunas deben distribuirlas ya, y que las compañías farmacéuticas tienen que compartir el conocimiento necesario para aumentar la producción global.