La Alianza de Vecinos de Tenerife se reunió con el obispo de Tenerife para pedirle nuevas medidas contra posibles casos de pederastia en la Iglesia
La Alianza de Vecinos de Tenerife pide al obispo de la provincia, Eloy Santiago, que se adopten nuevas medidas contra posibles casos de pederastia en la Iglesia, entre ellas, que los sacerdotes acusados de este delito sean juzgados en la jurisdicción civil ordinaria, y no por tribunales eclesiásticos.

En un comunicado de la Alianza de Vecinos se indica que sus representantes, en su primera reunión con el obispo de Tenerife tras su toma de posesión, han tratado sobre la prevención de la pederastia.
En este asunto, tanto el prelado como los portavoces vecinales han coincidido en que debe haber «tolerancia cero frente a esta indignidad humana», según la nota.
Propuestas para la prevención de la pederastia
Esta agrupación de vecinos expuso al obispo una serie de propuestas encaminadas a reforzar la prevención de este delito, la protección de las víctimas y el castigo judicial a los autores.
Al respecto, la Alianza Vecinal plantea como «indispensable» que el sacerdote pederasta sea juzgado en la jurisdicción civil ordinaria, y no por tribunales eclesiásticos, para que así se le computen los antecedentes penales y se obstaculice que siga trabajando con niños.
Este colectivo ciudadano señala al respecto que «la antigua costumbre de cambiar de parroquia al cura sentenciado por pederastia debe de ser cosa del pasado y no puede repetirse«.
La necesidad de que la Iglesia compense económicamente el daño moral
La Alianza también propuso al obispo que, una vez denunciado el cura y tras recabar un informe psicológico forense, debe ser apartado de su parroquia y del trato con los feligreses y, en caso de ser condenado tras un juicio civil con todas las garantías, debe perder la condición de sacerdote.
Otra medida defendida por los representantes vecinales ante el prelado es la necesidad de que la Iglesia compense económicamente el daño moral causado a los menores.

Todas las medidas de prevención «son pocas»
Como principio básico, sostiene la Alianza, «todos los curas, y el resto de personal que los acompaña en la labor de las parroquias, como sacristanes y catequistas, deben tener un historial intachable, libre de antecedentes penales«.
Todas las medidas de prevención «son pocas», ya que la pederastia no tiene curación y quien comete este delito puede reincidir, con la gravedad de que psiquiátricamente llega a no tener conciencia de estar haciendo algo malo por violar a un menor, advierte este colectivo ciudadano.
Si bien es cierto que el 80% de los abusos a menores ocurre en el ámbito familiar, y que el 20% restante en los ambientes religioso, deportivo y escolar. «Para una institución como la Iglesia católica esta lacra representa un escándalo social inmenso, precisamente una institución religiosa, de profundo arraigo en la sociedad, que predica los valores del amor y el respeto al prójimo», concluye.