La reapertura de la línea marítima entre Fuerteventura y Tarfaya lleva la preocupación al sector primario de las islas
La reapertura de la línea marítima entre Fuerteventura y Tarfaya, en Marruecos, sigue dando pasos pero también genera controversia. El Cabildo de Fuerteventura apuesta claramente por lo que considera una puerta a África para mejorar la economía de la isla.
Sin embargo, en el debate también han entrado otros cabildos como el de Gran Canaria y el Cabildo de Tenerife. Ambos han mostrado su preocupación por los efectos que puede tener esta ruta en el sector primario canario.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria y el consejero regional de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria señalaron que debido a los insuficientes medios de control actuales existe el riesgo de la llegada de plagas, además de la competencia desleal de las producciones del país.
Desde el Cabildo tinerfeño se apunta a que se puede tener el temor razonable de que gracias a esa línea puedan llegar a canarias producto de un país tercero que no garantizan ni las condiciones de igualdad de costes.
Preocupación en el sector primario
La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias – Asaja) rechaza que se reanude la conexión marítima entre Puerto del Rosario y el puerto de Tarfaya porque teme que la recuperación de esta línea propicie la entrada masiva a las islas de mercancías agrícolas y ganaderas de origen marroquí y, con ello, se propaguen plagas y enfermedades, tanto fitosanitarias como epizoóticas, que podrían acarrear pérdidas en las producciones locales, así como suponer un peligro para la cabaña ganadera.
La posible entrada y propagación de este tipo de insectos representaría además una vulneración de la Orden del 12 de marzo de 1987 relativa a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos. Esta normativa actúa, en teoría, de barrera para frenar precisamente la llegada de plagas y enfermedades agrícolas a Canarias, según Asaga Canarias – Asaja.