Las embarcaciones salieron rumbo a la isla caribeña de Santa Lucía
El Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria acogió este domingo una nueva edición del histórico rally transatlántico, una cita ya indispensable en el calendario de la capital, que este año reúne a 150 embarcaciones de 33 nacionalidades rumbo a la isla caribeña de Santa Lucía.
La travesía, de entre 18 y 21 días y de más de 3.000 millas de océano abierto por delante, se comenzó a celebrar en 1986 y más de 7.000 barcos y decenas de miles de navegantes han partido desde la marina grancanaria para cumplir el sueño de cruzar el Atlántico.
Revisión de las embarcaciones
En un cruce de 3.000 millas, los navegantes no pueden dejar nada al azar. Las revisiones de cada velero se convierten en algo indispensable para una travesía de casi tres semanas. Las primeras revisiones de la organización llegan dos semanas antes de la salida.
“Tomamos nota y visitamos el barco para ver los problemas que pueda tener. Planteamos unos presupuestos y unas organizaciones del trabajo. Todos los complementos que llevan, pues los mástiles, las jarcias, las velas, electricidad, electrónica”, asegura José Ponce, director de Alisios Sailing Center.
En el caso de Ponce, su organización se planifica con bastante antelación, en este caso, desde el mes de mayo, donde ya piensan las compras que hay que hacer para la regata y las piezas a pedir.
En una travesía tan larga, la mayoría de veleros llegan con meses de antelación para garantizar un servicio técnico de calidad. A veces surgen trabajos de última hora y pueden requerir mucho esfuerzo.
«Son situaciones que hay veces que se dan y me enorgullezco de decir que nuestra empresa nunca ha dejado un barco atrás”, asegura Ponce, un objetivo claro para que los navegantes lleguen sanos y salvos hasta su destino, el Caribe.


