Los seísmos de Gran Canaria y el enjambre sísmico de Tenerife constituyen, según el IGN, dos episodios que forman parte de la normalidad en las islas
Varios episodios sísmicos han ocupado las portadas de los distintos medios de comunicación durante esta semana en Canarias. Por un lado, los seísmos de 3,7 al oeste de Gran Canaria, y por otro, un enjambre sísmico al norte de Tenerife.
Sin embargo, los expertos no se cansan de repetir la misma historia: vivimos en islas volcánicas y ello forma parte de la normalidad. La sismóloga del Instituto Geográfico Nacional, Carmen del Fresno, asegura que «no es extraño que ocurra este tipo de fenómenos en distintas zonas».
Los episodios se han sentido en municipios como La Aldea de San Nicolás. Los vecinos de La Aldea y Veneguera percibieron, a primera hora de la mañana, uno de los sismos; en solo 24 horas se registraron más de 100 pequeños terremotos.
También se detectaron al oeste de Santiago del Teide. Y aunque no es una novedad, sí resulta llamativo que ocurran en este punto. «Es una zona nueva, pero ha sido registrada anteriormente», afirma Carmen Fresno.
Muchos de estos movimientos tienen que ver con el origen volcánico de las islas, pero también con la ubicación: estamos justo encima de la placa africana, con una pequeña fractura, y ese movimiento ocasiona tensión. Una tensión que se resuelve provocando pequeños sustos de vez en cuando.