Así lo ha expresado Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes, en la presentación del 33 congreso de la SED
El presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Antonio Pérez, ha afirmado este miércoles que, sin obesidad, el 70 u 80 % de la diabetes no existiría y ha alertado de que cuanto más tiempo esté expuesta una persona a este factor de riesgo, mayores probabilidades tendrá de padecer esta patología, sobre todo si tiene antecedentes familiares.
Pérez ha hecho estas declaraciones durante la presentación del 33 congreso de la SED, en el que participarán medio centenar de ponentes «de prestigio». Una cita científica «de referencia» para abordar la diabetes que contará con más de 40 sesiones, tres conferencias plenarias, 15 mesas redondas, 14 simposios de industria y ocho encuentros con expertos durante los tres días de duración de este primer simposio presencial tras el inicio de la pandemia.
El peligro de la obesidad
Así, el presidente de la SED ha expresado que si la obesidad se produce en el inicio de la vida de un niño, estará «muchos años expuesto» a un factor que condiciona la predisposición a la enfermedad. Así, tendrá un riesgo más elevado de padecer diabetes de adulto, además de enfermedades cardiovasculares.
Pérez ha pedido «dar visibilidad» a la diabetes porque, a su juicio, la relevancia que tiene en la población general «está muy por debajo de las consecuencias de la enfermedad». En este sentido, ha dicho que es necesario «trasladar que es una enfermedad grave».
Preguntado por si abordarán algunos avances científicos relacionados con esta enfermedad, ha expresado esperanza por que en 2023 se empiece a comercializar un fármaco con varios mecanismos de acción enfocado a conseguir «importantes pérdidas de peso».
Sobre la inyección que ya se utiliza en algunos pacientes de diabetes tipo 1, el presidente de la SED ha explicado que actúa con hormonas gastrointestinales que ayudan a producir insulina. «No es la panacea, pero es una herramienta importante», ha apuntado.
Efecto de la pandemia en los pacientes
Respecto a los efectos de la pandemia, ha manifestado que ha afectado sobre todo a la monitorización de los pacientes con diabetes tipo 2.
«Durante el confinamiento, al no poder salir a la calle y no hacer actividad física, se ha contribuido al deterioro del control glucémico, a lo que se suma que muchos pacientes dejaron de acudir a los centros sanitarios», ha indicado Perez, que ha lamentado que las consecuencias del COVID en pacientes con diabetes se «padecerán durante muchos años» y se traducirán principalmente en tener un peor pronóstico para las personas que han pasado por esa situación.
En cuanto a la posible bajada en los diagnósticos debido a que la gente acude menos a los centros de atención primaria, ha abundado en que algunos estudios calculan que se ha reducido en un 40 % los diagnósticos pese a que se han aumentado los factores de riesgo como la reducción del ejercicio físico o la subida de peso.
«Es de esperar que haya una bolsa de pacientes sin diagnosticar o con diagnóstico retrasado. Se están diagnosticando pacientes en unas condiciones mucho más graves», ha reflexionado el médico, que ha dicho que uno de los retos principales de la sanidad pública es conseguir equidad en el tratamiento, sin diferencias de acceso a ciertos recursos entre comunidades autónomas, provincias o incluso ciudades.
Alta prevalencia en las islas
Por su parte, el presidente del comité organizador local, Pedro de Pablos, médico endocrinólogo en Gran Canaria, ha hecho referencia a la alta prevalencia de la diabetes en el archipiélago, que ha achacado principalmente al cambio de modelo productivo en los últimos 40 años y al cambio en los hábitos de alimentación.
«Se ha pasado de que la actividad predominante fuese el sector primario en los años 60 a que ahora lo sea el sector servicios. Es decir, se ha pasado de utilizar el cuerpo como herramienta de trabajo a tener hábitos mucho más sedentarios. Este hecho se suma a una pérdida de la comida tradicional por otro tipo de alimentación», ha ahondado.
«En los estudios realizados en Canarias sabemos que cuando una persona tiene antecedentes familiar de primer grado, si se asocia con obesidad abdominal, la probabilidad de ser diabético llega al 80 %», ha expresado el doctor, que ha opinado, respecto a la gravedad que puede llegar a tener esta patología, que «si se hablara de la diabetes como un cáncer la gente se lo tomaría con más respeto».
Avanzar en la investigación
Asimismo, el presidente del comité científico del Congreso, Franz Martín Bermudo, ha destacado la participación del doctor Alexander Kleger, de la Clínica de Medicina Interna de Ulm (Alemania), que mostrará en la conferencia inaugural los últimos hallazgos sobre la influencia que ejerce la COVID-19 en el páncreas y su impacto en personas con diabetes.
En cuanto a los objetivos científicos a los que se enfrentan los expertos en diabetes, Martín Bermudo ha hecho énfasis en la importancia de avanzar en el porqué de la enfermedad en el caso de la diabetes tipo 1, que es autoinmune, y la necesidad de encontrar más biomarcadores que permitan detectarla antes.
Respecto a la diabetes tipo 2, ha considerado necesario encontrar más biomarcadores de riesgo y de evolución de la enfermedad. También buscar un mayor entendimiento sobre por qué unos pacientes desarrollan unos tipos de complicaciones y no otras.