La luna llena se tornó rojiza en un espectacular fenómeno astronómico visible en varias partes del mundo
La luna llena adquirió un tono rojizo la madrugada del viernes 14 de marzo en gran parte del planeta. Este fenómeno ocurrió cuando la luna se desplazó hacia la sombra de la Tierra, generando un eclipse lunar total.

La fase de totalidad duró 66 minutos, según la NASA, con una fase parcial antes y después del momento culminante. La alineación entre la Tierra, la Luna y el Sol provocó el oscurecimiento del satélite natural.
La ciencia detrás del color rojizo
Durante el eclipse, la Luna pasó por la sombra cónica de la Tierra, dejando de recibir la luz directa del Sol. Sin embargo, algunos rayos solares se refractaron a través de la atmósfera terrestre, proyectando un brillo rojizo sobre la superficie lunar.

Este efecto, conocido como ‘luna de sangre‘, se debe a la dispersión de la luz en la atmósfera terrestre, similar al color que adquiere el cielo durante el amanecer o el atardecer.
Un evento visible en varias regiones
El eclipse lunar pudo apreciarse en la mayor parte de América del Norte y del Sur, así como en partes de África, Europa, Australia y Japón. En estas regiones, los observadores presenciaron un espectáculo celestial poco frecuente.
Los astrónomos y aficionados al espacio disfrutaron de un evento que no solo maravilló por su belleza, sino que también brindó una oportunidad para estudiar los efectos de la atmósfera terrestre sobre la luz solar.