1-1. Croacia elimina a Brasil en los penaltis (4-2)

La selección de Brasil sucumbió ante la de Croacia en una tanda de penaltis en la que fallaron Rodrygo y Marquinhos

1-1. Croacia elimina a Brasil en los penaltis (4-2)
1-1. Croacia elimina a Brasil en los penaltis (4-2). EFE

Croacia, vigente subcampeona mundial, acabó con el sueño de Brasil de lograr el ‘hexacampeonato’ del mundo al superar a la Canarinha por 4-2 en la tanda de penaltis tras acabar el encuentro con empate a cero y la prórroga con igualada a uno.

Entre lágrimas, desolada, sin hallar explicación a lo que le había sucedido, con sus jugadores en el suelo, la selección de Brasil lamentó otro fracaso. Eliminada en cuartos de final por cuarta vez en los últimos cinco Mundiales, sin excusas, empatada en la prórroga en el minuto 116 en un contraataque que jamás debió conceder y doblegada en los penaltis por Croacia, por una parada de Dominik Livakovic y un lanzamiento al poste de Marquinhos.

Ni siquiera el gol de Neymar, en el tiempo añadido de la primera parte del tiempo extra, le bastó. Dio demasiada concesión cuando enfrente estaba un adversario como Croacia, que ha jugado cinco prórrogas en sus últimas seis eliminatorias mundialistas. Un equipo que renació cuando nadie pensaba aún en que el empate era posible, salvo ella, relanzada por el 1-1 de Petkovic.

Brasil, frenada ante la Croacia de Modric

El grupo dirigido por Luka Modric, futbolista eterno, no tiembla ante nadie. Desde su convicción, desde el rigor con el que manejó cada espacio, desde la competitividad implacable que asumió cada jugador en cada misión sobre el terreno, miró a la cara a su rival, de forma directa, sin matices, indagó en sus defectos y descubrió un horizonte que nadie intuía ya en el Mundial 2022: Brasil no es imparable.

Ambas selecciones se enfrentaron en un partido en el que no basta con un instante de inspiración, una aparición de Neymar, una carrera de Vinicius, un regate de Raphinha (en el minuto 55 fue cambiado entre la invisibilidad que sufría) o un tiro de Casemiro. Necesita una estructura, por encima de una individualidad o de un único desborde.

En el primer tiempo, Brasil llegó tarde, casi siempre. Algo extraño en un equipo del talento personal que tiene a sus órdenes Tite. Cierto que Vinicius propuso un disparo y Neymar deslumbró con algún regate más para el asombro del público que para la victoria.

Segundo tiempo

La primera oportunidad de verdad fue en el comienzo del segundo tiempo, cuando Gvardiol despejó hacia su propia portería la única internada hasta entonces, hasta la línea de fondo, de Eder Militao por el lateral derecho. Livakovic reaccionó como pudo, con el pie, para solventar el compromiso, como también hizo instantes después frente a Vinicius (luego invalidada por fuera de juego) con una parada de altísimo nivel.

Más allá de todo, cada partido con Brasil, incluso en una expresión más rebajada, implica el sufrimiento del rival. Es imposible no entrar en modo resistencia en algún momento. O no necesitar las paradas del portero. Livakovic fue de nuevo salvador frente a Lucas Paquetá, aunque, en la trompicada ofensiva amarilla, la ocasión fue fruto de un rebote, no de una combinación elaborada, cuando los chicos de Tite empezaban a descifrar la salida del laberinto al que lo había empujado Croacia, mientras el cronómetro aceleraba la presión.

Tampoco hubo manera de superar al guardameta croata después, en la primera conexión vertical -en el minuto 76- entre Richarlison y Neymar que el delantero del París Saint Germain estrelló ante la salida del cancerbero, que ya había asumido un papel estelar. Con un derechazo fuera de Militao, sin posibilidad ya de esquivar media hora de prórroga, la segunda consecutiva para el equipo balcánico. Ni así sucumbió. Ni con el 0-1 de Neymar.

Neymar iguala a Pelé

Recién anunciado el minuto de añadido del primer tiempo de la prórroga, surgió la figura del brasileño en su expresión más decisiva, con una doble pared que desbordó a Croacia como no había logrado hasta entonces, en casi dos horas de duelo, para aguantar la pugna con Borna Sosa, sortear al hasta ese momento insuperable Dominik Livakovic y honrar a Pelé, al que alcanzó como el máximo goleador de la historia de la ‘canarinha’, con 77 tantos.

Tampoco así se hundió Croacia, que resurgió del abismo en un contragolpe que concedió Brasil. En el minuto 117, con la ventaja de 0-1, con el partido controlado, con el cansancio de su rival, tal acción, cuando Orsic, recién salido al terreno de juego, corrió para encontrar en el medio del área a Petkovic.

Su remate con la izquierda superó a Marquinhos y después a Alisson para forzar los penaltis, en el que Livakovic paró el primero a Rodrygo, Marquinhos lo estrelló en el poste y Brasil chocó con una realidad inasumible: está fuera del Mundial que se proponía ganar.

Croacia se enfrentará el próximo martes en la primera semifinal, que se disputará en el estadio de Lusail, al vencedor del encuentro entre Países Bajos y Argentina.

Noticias Relacionadas

Otras Noticias