Se trata de un coral del Pacífico y lo han detectado en los puertos de Tenerife y Gran Canaria, de donde se teme que comience a expandirse al resto del archipiélago
Un estudio del grupo de investigación BIOECOMAC. Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación, de la Universidad de La Laguna, advierte del riesgo de expansión en aguas canarias de un coral originario del Pacífico con un alto potencial invasor.
El coral en cuestión es el Tubastraea coccinea, recientemente detectado en los puertos de Tenerife y Gran Canaria. Su expansión en el archipiélago canario superaría los efectos del cambio climático. Por eso, se teme que supondría un riesgo para los ecosistemas insulares, conocidos por su aislamiento, endemismo y baja resiliencia.

Resistente a los efectos del cambio climático
El estudio, publicado en la revista Marine Environmental Research, ha estado liderado por la profesora ayudante doctora Adriana Rodríguez junto con los investigadores e investigadoras Martí Vilanova, Hortensia Holgado y Alejandro Arechavaleta.
En el mismo los investigadores analizaron la respuesta ecofisiológica y el crecimiento del Tubastraea coccinea bajo condiciones que simulan el futuro del océano según las proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para finales de siglo: mayor temperatura (26ºC) y acidificación oceánica (pH 7,50).
Las colonias fueron recolectadas en marzo de 2022 en los diques de Santa Cruz de Tenerife. Se mantuvieron en el laboratorio en acuarios experimentales con control ambiental y luego se expusieron a cuatro escenarios diferentes de temperatura y acidez durante 30 y 80 días.
Durante ese tiempo se monitorizó la calidad del agua y se evaluó su crecimiento, respiración y calcificación. Los resultados mostraron que la acidificación oceánica afecta de forma negativa al coral, reduciendo su crecimiento, su actividad metabólica y la formación de pólipos, además de provocar larvas con malformaciones.
Sin embargo, el aumento de la temperatura no tuvo efectos adversos y en algunos casos mitigó los impactos negativos del pH bajo.
Riesgo para la biodiversidad
La tolerancia ambiental, la rápida dispersión y la capacidad de adaptación convierte a este coral en una amenaza para la biodiversidad local, insisten los investigadores de la ULL. Su expansión podría desplazar a otras especies de invertebrados y algas, así como a organismos nativos, alterando las comunidades marinas y modificando el equilibrio de los ecosistemas insulares.
El equipo investigador destaca la necesidad de realizar estudios a largo plazo y con varias generaciones de corales para comprender mejor su capacidad de adaptación, así como de analizar sus interacciones con especies locales, especialmente en las etapas tempranas del ciclo vital, que suelen ser más vulnerables a los cambios ambientales.