40 países africanos y 24 de la Unión Europea se reúnen en Bruselas donde se cerrará las inversiones en proyectos clave para el continente
La Unión Europea y la Unión Africana aspiran a relanzar sus relaciones en la sexta cumbre de líderes europeos y africanos que juntará en Bruselas a unos 70 mandatarios con el objetivo de cerrar inversiones en proyectos clave para el desarrollo de las naciones africanas y para posicionar a Europa en el continente.
Con este espíritu, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció desde Senegal que en los próximos siete años la UE destinará a África 150.000 millones de euros del plan global de infraestructuras, esto es la mitad de un plan que espera movilizar en total 300.000 millones.
27 países de la UE y 40 de la Unión Africana
La cumbre contará con los 27 líderes de la UE y unos 40 por parte de la Unión Africana. Países donde se han producido recientes golpes de Estado como Malí, Sudán, Guinea y Burkina Faso no estarán en la mesa, pero sí se espera la presencia del presidente etíope, Abiy Ahmed, en plena guerra civil, o el reencuentro de Marruecos y el Frente Polisario.
Ante la gran cantidad de delegaciones, la organización ha optado por dividir la cumbre en siete mesas temáticas, todo con la idea que países con intereses comunes tengan un debate más ágil y avancen en compromisos concretos en materia de desarrollo económica, paz y seguridad, transporte y conectividad e integración económica.
Esta apuesta por fuertes inversiones en proyectos concretos se percibe como un intento de Europa de ganar terreno en África y contrarrestar la creciente influencia de Rusia y China en el continente, pese a que la UE es la mayor potencia humanitaria y cuenta con 11 de sus misiones militares en el continente.
Retirada de Mali
Este jueves también Francia ha anunciado que va a poner fin a su presencia militar en Mali que, recordemos, tenía como objetivo luchar contra el terrorismo yihadista.
La operación comenzó el 11 de enero de 2013, primero bajo la denominación ‘Serval’, a petición de las autoridades malienses que veían cómo los grupos yihadistas avanzaban inexorablemente hacia Bamako tras haber ‘secuestrado’ la rebelión tuareg que había comenzado unos meses antes en el norte de Malí.
En 2014, ‘Serval’ pasó a convertirse en ‘Barkhane’, abarcando no solo Malí, donde ha seguido estando el grueso del contingente galo –unos 2.400 en la actualidad–, sino el conjunto de los países del G5 Sahel (Mauritania, Malí, Níger, Chad y Burkina Faso).