Uno de los colectivos que ve peligrar su futuro con la crisis del coronavirus es el de los abogados. La casi nula actividad en los juzgados ha reducido al mínimo su actividad y, aunque pueden trabajar desde casa, ven por delante un futuro poco alentador.
En Canarias hay aproximadamente unos 9.000 abogados, de los cuales la mayoría son autónomos. Están pasando un momento de incertidumbre porque, como todos, no pueden trabajar. La casi inactividad de los juzgados y el confinamiento obligatorio hacen que vean esta situación con pesimismo.
En la provincia de Santa Cruz de Tenerife hay 3.900 abogados, de los que 2.500 ejercen como tal. El resto, unos 1.400, están colegiados pero no ejercen. Todos ven con incertidumbre su futuro.
«La mayoría de los abogados que ejercen son autónomos, así que les está afectando muy gravemente esta situación. La actividad judicial está prácticamente paralizada», asegura el presidente del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, Jose Manuel Niederleytner.
Toda la actividad judicial se paralizó en el momento que se decretó el estado de alarma. El cierre ha provocado que todos los asuntos queden pendientes y no saben cuando podrán retomarlos.