Pintar las casas en El Hierro se ha convertido en una tradición para amenizar la espera de la Bajada de la Virgen de los Reyes
En El Hierro, la espera por el próximo 5 de julio no se mide en días, sino en pinceladas. A medida que se acerca la esperada Bajada de la Virgen de los Reyes, las calles de la isla se llenan de color, brochas, cubos y tradición. Los vecinos y vecinas han comenzado a dar su habitual “manita de pintura” a las fachadas de sus casas, una costumbre que va mucho más allá de lo estético.

Pintar las casas se ha convertido en un ritual colectivo en la isla, una forma de compartir la espera y prepararse para lo que está por venir. A la vez, el movimiento se nota también en el comercio: aumentan las ventas de pintura, herramientas y materiales, y se respira un ambiente de ilusión compartida.
Las casas, ahora bonitas y recién pintadas, son el reflejo de una isla que se estrena, se embellece y se emociona al recibir uno de los momentos más significativos de su identidad.
