La polémica se encuentra en el artículo 110 de la Ley, en el que se expone que los grandes grupos de comunicación podrán beneficiarse de ayudas que, hasta ahora, estaban dirigidas a las pequeñas productoras
El pasado jueves se aprobó en el Congreso la Ley Audiovisual gracias a la abstención del PP. Por primera vez, los socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, votaron cosas distintas en un proyecto legislativo. El sector se ha puesto en pie de guerra por aprobar, lo que ellos mismos definen, como una «sentencia de muerte» para la industria audiovisual española.
Las principales asociaciones audiovisuales han firmado un manifiesto para rechazar una enmienda introducida por el PSOE a última hora. La raíz de la polémica se encuentra en esta enmienda. En ese texto del artículo 110 se expone que los grandes grupos de comunicación podrán beneficiarse de ayudas que, en un principio, estaban dirigidas a las pequeñas productoras.
A este respecto, Jaime Sanz, responsable de Macaronesia Film, considera que «si modificamos el concepto de productor independiente estamos modificando las obligaciones o en qué tipo de productos tienen que invertir productoras como los canales de televisión que todos conocemos.
El sector se levanta en contra de la Ley Audiovisual
Esta modificación ha alarmado a las asociaciones de productoras españolas independientes y a una mayoría de profesionales del sector. Profesionales con nombres muy destacados como los de Pedro Almodóvar, Maribel Verdú, Santiago Segura o Juan Echanove.
Para Carmen Aguado, abogada y miembro de Clúster Audiovisual de Canaria, de esta forma se «fuerza a ampliar el concepto de productor independiente». Algo que provoca, dice, «que todos sean productores independientes». Lo que hasta ahora era una «obligación para ayudar a los productores independientes» ahora es para todos.
Según Aguado, «llegaremos así a un modelo en el que solo se harán producciones desde las grandes plataformas o las televisiones». Una circunstancia que hará «que la iniciativa propia del productor y del sector vaya desapareciendo».
Ya se encuentra en manos del Senado tras su aprobación en el Congreso. Allí se aprobó con claras diferencias entre los propios socios de Gobierno.
El sector espera a la decisión del Senado y deposita su última esperanza en que el concepto de productora independiente se regule en la Ley del Cine.