El Congreso de los Diputados ha rechazado este jueves la moción de censura de Vox porque la formación de Santiago Abascal solo ha logrado los síes de sus 52 diputados, una cifra muy por debajo de los 298 noes, es decir, del resto de la Cámara al completo.
Una de las grandes incógnitas de la votación era conocer el sentido del voto del Partido Popular. El presidente del partido, Pablo Casado, ha defendido que no serán «rehenes» de Vox, que soporta externamente varios de sus gobiernos autonómicos, y ha defendido una alternativa «serena, sensata, moderada, responsable y proeuropea» contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
El líder de la oposición ha cargado en su réplica al candidato de la moción, Santiago Abascal, contra el discurso de «tópicos» de Vox y contra el «desvarío estrambótico» y ha defendido que la nación más vieja de Europa no merece «una propuesta de Gobierno» como la que Abascal propuso ayer.
Tras romper con Vox, anunciando un no a su moción, Casado ha recordado al partido de Abascal que no gobierna, sino que votó una investidura en Andalucía o en Madrid y ha preguntado si iban a apoyar antes a Susana Díaz que a Juanma Moreno, a Ángel Gabilondo frente a Isabel Díaz Ayuso y a Manuela Carmena en lugar de a José Luis Martínez-Almeida.
«No somos como ustedes somos la fuerza tranquila de los españoles», ha exclamado Casado, asegurando que «la España moderada», no está en la «República Popular China» o en las élites de «Soros».
Todos los partidos con presencia en el Congreso, menos Vox, han votado en contra de una moción, 298 noes, que se sabía que fracasaría desde antes del debate.
Tras dos días de debate y una votación decantada desde el principio, la moción de censura con la que Santiago Abascal ha intentando desbancar a Sánchez ha provocado un cisma entre Vox y el PP.
La intervención del líder del PP, Pablo Casado, ha sido muy dura contra Abascal y su moción.