Una especie de hongos «oportunistas» han surgido del fuego y la posterior lluvia que ha mantenido en vilo a la isla de Tenerife durante el verano
El incendio que afectó a Tenerife este verano sigue cambiando el paisaje, pero no todas las consecuencias son negativas. El fuego ha hecho florecer unos hongos que han cubierto parte del monte y que ayudarán a su regeneración.
No es la primera vez que los ingenieros forestales ven a estas especies salir tras los incendios en las islas. Este manto naranja está formado por hongos «oportunistas». Permanecen bajo el suelo hasta que se dan las circunstancias propicias para que salgan: primero fuego, el de Tenerife de este verano, y luego, lluvia.
Han dejado imágenes igual de curiosas en El Hierro, en 2003, o en Gran Canaria, en 2019, al brotar en Tamadaba. Estos ejemplares sólo aparecen cuando hay lluvia débil tras un incendio y siempre sobre árboles carbonizados.
La colaboración entre ingenieros forestales, biólogos y micólogos puede optimizar la recuperación de las zonas quemadas. Un amplio campo de investigación que ya está siendo aprovechado en las islas.