Un estudio español desvela que la diabetes gestacional puede dejar huella en el ADN de los bebés y afectar en su desarrollo futuro

Un estudio de un grupo de científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga, Ibima, ha demostrado que la diabetes gestacional puede afectar a la salud de los bebés.
Deja una marca epigenética en el ADN de los bebés, lo que podría influir en su desarrollo metabólico y aumentar el riesgo de enfermedades en el futuro.
La investigación ha analizado 30 muestras de saliva de niños, quince de madres con DMG, diabetes mellitus gestacional. A su vez, se han recogido muestras de madres sin esta condición. Recogiéndose en dos momentos, entre las ocho y diez semanas tras el parto y al cumplir un año de edad.
En la evaluación fueron analizados más de 850.000 sitios de metilación del ADN, identificándose cincuenta sitios con diferencias mantenidas en el tiempo.
Algunas de estas marcas se encontraron en genes relacionados con la regulación metabólica y procesos inflamatorios.

Hallazgos trascendentales para la prevención de patologías
La directora del estudio y la doctora, Sonsoles Morcillo, ha comentado, «estas alteraciones epigenéticas nos da una pista crucial sobre cómo la diabetes gestacional puede dejar una huella a largo plazo en la salud de los niños».
«Este conocimiento nos permite avanzar en la detección temprana y en el desarrollo de estrategias de prevención más eficaces», ha añadido Morcillo.
Estas marcas epigenéticas se han asociado con variables de crecimiento infantil como el peso, altura, circunferencia craneal e índice de masa corporal.
Intervenciones durante la gestación
Según la responsable de la Unidad de Diabetes y Embarazo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, María José Picón, «los datos obtenidos refuerzan la importancia de un control riguroso de la diabetes gestacional durante el embarazo».
«Si logramos mitigar estos efectos epigenéticos mediante intervenciones gestacionales, podríamos reducir la incidencia de enfermedades metabólicas en la población», ha agregado esta doctora.
Una de las novedades del estudio radica en el uso de muestras de saliva en lugar de sangre o tejido placentario. La coautora del trabajo, la doctora Teresa Linares-Pineda, ha apuntado que «la saliva es una muestra fácil de obtener y no invasiva, algo clave cuando se trabaja con bebés y niños».
Los investigadores buscan ampliar el estudio para tener una muestra más amplia para validar con mayor garantía estos hallazgos.