Las asociaciones ecologistas consideran suficientes los 11.000 megavatios de potencia en las cubiertas de las casas para no tener que recurrir a suelo rústico
Terrenos que hasta hace poco se usaban como campos de cultivo son, ahora, plantas fotovoltaicas. En la última semana, el Gobierno de Canarias ha autorizado a 3 empresas a crear 13 plantas solares en Gran Canaria: 5 en Agüimes, 4 en San Bartolomé de Tirajana y otras 4 entre Gáldar y Agaete.
Una autorización que conlleva declarar estas instalaciones de interés general y que va en contra del planeamiento insular y municipal.
El Ejecutivo regional defiende que estos parques solares son clave para alcanzar los objetivos de transición energética. El consejero de transición ecológica, José Antonio Valbuena, subraya que «no queda más remedio que ir ocupando suelo. Tenemos un problema con la gestión de los planeamientos a nivel local, y eso hace que a nivel regional tengamos que tomar este tipo de decisiones si realmente queremos avanzar».
Por su parte, el portavoz de la federación Ben Magec-Ecologistas en Acción, Eugenio Reyes, destaca que el plan energético de Canarias dice que se pueden instalar hasta 11.000 megavatios de potencia en las cubiertas de las casas. Eso sería energía más que suficiente para que no pongamos paneles solares en suelo rústico».
En lugar de convertir terreno agrícola en terreno industrial, proponen el autoconsumo. Los colectivos ecologistas defienden descentralizar la energía y crear comunidades solidarias entre vecinos. Dicen que hay suficiente espacio construido para plantear otro modelo energético en Canarias.