Efectivos del GEAS de la Guardia Civil inspeccionan diversos parajes en los barrancos de Lezcano y el Pino, en la zona de Arucas, en busca de vestigios relacionados con la desaparición de Juana Ramos, de la que no se sabe nada desde el 20 de agosto de 20
Los agentes han iniciado esos trabajos de búsqueda en el barranco Lezcano, ubicado entre los municipios de Arucas y Las Palmas de Gran Canaria. Esas labores se han centrado durante la mañana ahora en una cueva que hay en la zona.
Durante este martes y miércoles se intensificará el rastreo en los barrancos del Pino y de Lezcano, en el municipio de Arucas.
En el dispositivo participan distintas unidades de la Policía Nacional, como la Brigada Provincial de Policía Judicial o la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, quienes contarán con la colaboración de los buzos de la Guardia Civil.
La investigación judicial continúa bajo secreto de sumario.
Miguel Ángel R. , su expareja, sigue siendo el principal sospechoso de la desaparición de la mujer, que ya ha sido buscada en varias ocasiones en esta zona de la isla sin resultados.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria es el encargado de la instrucción de este procedimiento judicial.
En febrero de este este año la magistrada Auxiliadora Díaz instó una vez más la colaboración de la UME para dar con el cuerpo o alguna pista que permita esclarecer el caso. La UME montó un operativo de cerca de 150 efectivos que rastrearon la costa y los acantilados entre San Felipe y Bañaderos con escaladores especializados y drones traídos de Madrid.
Desde un principio, sospechoso
Según la familia de la desaparecida, desde el principio se sospechó de su expareja, Miguel Ángel R. El detenido fue la última persona que vio a Juana y tras su detención, la Policía Nacional procedió a rastrear su vivienda y una finca propiedad de su familia en Moya.
La familia descartó una desaparición voluntaria ya que no se llevó el coche ni enseres personales, tenía buena relación con su entorno familiar y se encontraba en buen estado de salud.
Miguel Ángel R., está en libertad, porque la instructora del caso ha reconocido en sus últimos autos que no tiene suficientes razones legales para ordenar su ingreso en prisión preventiva.
Pese a ello, la juez ha sido muy clara respecto a las sospechas que tiene sobre el papel jugado por la expareja de Ramos.
A su juicio, no hay «ninguna duda de que la señora Juana Ramos no desaparició de forma voluntaria» y tampoco de que Miguel Ángel R. «conoce todos los detalles de esa noche en la que desapareció y dónde se encuentra actualmente su cuerpo».