Una realidad a la que se opone al considerar que la incorporación de su hijo con autismo a un centro especial supondría un retroceso
En el sur de Tenerife, una madre se opone a la derivación de su hijo, con autismo, a un centro de educación especial. Dice que la decisión se ha tomado por la falta de plazas en la aula enclave y no por una readaptación de las necesidades del menor. Según los técnicos de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, es la mejor opción.
Hace más de un año que Patricia recibió la decisión de la Consejería de Educación para trasladar a su hijo Carlos, un niño con autismo no verbal a un centro de educación especializada. Una realidad a la que se opone porque considera que significará un retroceso para el bienestar del menor.
Centro educación especial
Desde la consejería manifiestan que el estudio realizado es el adecuado y recuerda que no es una decisión irreversible.
Una alternativa que no convence a Patricia, que anuncia, seguirá luchando por la integración de su hijo en un colegio ordinario.
