La nueva fiscal general releva a Álvaro García Ortiz tras su condena por revelación de secretos
Teresa Peramato Martín prometió este miércoles su cargo como nueva fiscal general del Estado ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. El acto siguió a la publicación en el BOE del real decreto que formalizó su nombramiento y el cese de Álvaro García Ortiz, “agradeciéndole los servicios prestados”. La ceremonia reunió a los principales representantes institucionales, incluido Pedro Sánchez, Francina Armengol e Isabel Perelló, además del ministro Félix Bolaños como notario mayor del Reino.
Peramato realizó su promesa ante un ejemplar de la Constitución abierto por el artículo 124, dedicado al Ministerio Fiscal. Declaró: “Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de Fiscal General del Estado con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”.
La nueva fiscal general es una referente en la especialización judicial contra la violencia machista y ha ocupado cargos destacados en la Fiscalía Provincial de Madrid y en la Fiscalía de Sala contra la Violencia sobre la Mujer.
Un relevo marcado por la condena a García Ortiz
La jefatura del Ministerio Fiscal recae en una figura designada por el rey a propuesta del Gobierno y con valoración de idoneidad del Congreso. Peramato asume el cargo tras la dimisión de García Ortiz, condenado a dos años de inhabilitación y a una multa de 7.200 euros por revelar datos reservados sobre Alberto González Amador. La condena motivó su salida inmediata y abrió el proceso para nombrar a la nueva fiscal general.
El Consejo de Ministros aprobó el nombramiento de Peramato este martes, después de que obtuviera el respaldo unánime del Consejo General del Poder Judicial. La nueva fiscal general compareció el 4 de diciembre ante la Comisión de Justicia del Congreso, donde presentó su trayectoria y su visión para dirigir el Ministerio Fiscal.


