116 años desde la erupción del volcán Chinyero, la última en Tenerife

La erupción duró diez días y afectó a varias zonas en el norte de la isla

Comenzaba el jueves 18 de noviembre de 1909 y los vecinos del norte de Tenerife escuchaban los primeros “berridos” de la erupción del volcán Chinyero, la última registrada en la isla y cuyo suceso cumple este martes su 116.º aniversario.

116 años desde la erupción del volcán Chinyero, la última en Tenerife / Imagen de IGN

Lucas Fernández Navarro, el mayor estudioso de la erupción en aquel momento, relataba en 1911 cómo esta erupción, que duró 10 días, “reventó primero en el mismo morro de la montaña, dio un berrido muy grande y los escobones saltaron al aire entre el humo y la tierra, pero no se veía nada de fuego”.

Estas fueron las primeras señales que percibieron los lugareños: el sonido anunciaba la proximidad de una erupción en la zona que, hasta días más tarde, no mostró ni fuego ni lava. Las cenizas, según relataba Fernández Navarro, llegaron hasta La Laguna.

Una erupción precursora

Esta erupción, que se describe como estromboliana explosiva y que tuvo varios pulsos de distinta intensidad, decreció a medida que pasaban los días aunque tuvo un repunte el 26 de noviembre para finalizar el 28.

Las cenizas, además de llegar hasta La Laguna, se pudieron ver en La Orotava e Icod de los Vinos. Por otro lado, también se notificó una deformación en Los Silos y mayor emisión de gases en las fumarolas del Teide así como un incremento de temperatura en la zona.

La erupción que ya presentaba nueve bocas distintas tras pasar tres días desde su inicio, fue fundamental para diversos investigadores que estudiaron los ruidos precursores, similares a un revoloteo de un bando de palomas, los gases, los depósitos de minerales o la velocidad de la lava.

Las cenizas, además de llegar hasta La Laguna, se pudieron ver en La Orotava e Icod de los Vinos.

El Chinyero fue la primera erupción con monitorización remota, ya que Antonio Ponte Cólogan, profesor de ciencias durante estas fechas, se aproximó a las faldas del volcán y estudió su comportamiento, fotografiando y documentado todo.

Además, hizo uso de decenas de palomas mensajeras para informar sobre todos los avances. Este profesor enviaba las palomas mensajeras con textos en su pata que llegaban al telégrafo de Garachico y de ahí a Santa Cruz de Tenerife.

El primer mensaje tras comenzar la erupción fue claro: «3:45 h. Volcán en fase expansiva, dos ríos de lava fluyen tomando direcciones distintas. Alertar a la población de inmediato». Así daba comienzo a diez días de erupción initerrumpida.

Algunas anécdotas curiosas

Los fieles cristianos de la zona, ante el miedo de que la erupción arrasara con todo, sacaron en procesión al Señor del Valle en Santiago del Teide, los de Tamaimo a San Joaquín y Santa Ana, los de Guía a su Virgen y los de Chío o Erjos a sus respectivos patrones.

Mientras, las autoridades locales preparaban dispositivos de emergencia como barcos de vapor, una ambulancia de la Cruz Roja y agentes de la Guardia Civil junto a telégrafos que aseguraban el estar conectados con toda la población.

La única salvación [si llega la lava] es por mar”, llegaron a comentar los militares al Gobernador, una muestra más del miedo que sobresalía entre civiles y autoridades.

Los viajes turísticos a la zona afectada fueron numerosos / Imagen del IGN

Una curiosidad al respecto fue la idea que nació entre el alcalde y el juez de Garachico, quienes pidieron consultar al ingeniero para desviar la colada. Por otro lado, se difundió el rumor de que el Marqués de San Andrés iba a construir un dique, reuniéndose los vecinos con palos y piedras para evitar ese desvío que podría perjudicarles.

La tensión del ambiente se unió a otros avances que nos recuerdan a las erupciones actuales, los viajes turísticos a la zona afectada. Fue la primera vez que se prepararon viajes turísticos para acudir a ver la erupción y ya se empezaba a conocer algo más del fenómeno natural

Tras sofocarse la erupción, la alarma generalizada del inicio por saber dónde iba a salir, tuvo una gran atracción por el espectáculo eruptivo.

Garachico: lugar del primer simulacro volcánico

El pasado 26 de septiembre, Garachico celebró el primer simulacro de erupción volcánica de toda España, un evento cuyo objetivo era formar e informar a la población sobre cómo se debe actuar en caso de que se produzca este posible escenario.

El pueblo de Garachico fue sepultado por una erupción volcánica en 1706, y la erupción del Chinyero —con un impacto mucho menor— también permanece en la memoria histórica de esta localidad tinerfeña.

Además de haber vivido ya lo que supone esta emergencia natural, el municipio se encuentra en una de las zonas de mayor riesgo volcánico. En esa área también se encuentran otros lugares como Icod de los Vinos, El Tanque, Guía de Isora, Santiago del Teide y La Orotava.

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