Los títulos más nominados para la 35 edición de los Premios Goya ha coincidido con las preferencias del público en 2020, año de pocos estrenos en sala, a excepción de la comedia de Santiago Segura, «Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra», que no ha sido considerada en ninguna categoría.
«Adú», con 13 nominaciones, logró cerca de 6,4 millones de euros de taquilla, desde el 31 de enero que llegó a las salas hasta el 14 de marzo que se cerraron todos los espacios públicos a causa del confinamiento por la covid, siendo una de las películas dramáticas más valoradas por los espectadores.
«Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra», que fue la primera película en romper el hielo, estrenando en plena pandemia, logró una respuesta del público arrolladora, al conseguir una taquilla de casi 13 millones de euros desde el 29 de julio que llegó a las salas, pero se ha ido de vacío en las nominaciones.
Y tanto «Las niñas», como «Akelarre», películas de las consideradas «pequeñas» o «indies», muy fuera del respaldo de las grandes corporaciones, han logrado nueve nominaciones; la primera, que lleva medio millón de euros recaudados, volverá a las salas este viernes, y «Akelarre» fue la más vista de Euskadi, con 200.000 de sus 275.000 euros recaudados en el País Vasco.
Otra ausencia que ha llamado la atención -más si cabe, porque Segura no ha vuelto al palmarés tras sus dos éxitos primeros, «Perturbado», con el que ganó el mejor corto en 1994, y «Torrente, el brazo tonto de la ley», mejor director novel en 1999- ha sido Pedro Almodóvar, cuyo corto «La voz humana» no figura en el listado.
El motivo, tan elegante como que el director manchego no quiso presentar su película de treinta minutos para que compitiera con los primeros pasos de muchos realizadores, cortos que merecían un atención que no empañara un nombre tan rotundo como el de Pedro Almodóvar, según han precisado a EFE desde El Deseo.
Para que se sepa, competirán por el premio a mejor corto del año «16 de decembro», «A la cara», «Beef, gastos incluidos» y «Lo efímero».
Además, este año ha sucedido otra particularidad entre las películas nominadas; en esta edición, dos de los documentales nominados saltan a las categorías de mejor montaje («El año del descubrimiento») y mejor dirección novel («My Mexican Breztel»), dos largometrajes que han convencido por su originalidad y su enorme trabajo técnico.
Otro nombre que el cine se alegra de recuperar entre sus candidatos a mejor director es el de Juanma Bajo Ulloa, un realizador delicado, sabio, enorme, que quedó unos años eclipsado por proyectos poco afortunados, pero que con «Baby» recupera sus mejores maneras de hacer cine.
Desde su primer premio como mejor autor de cortometraje, con «El reino de Víctor»(1990), Bajo Ulloa tiene dos Goyas más, por el guion original de «Alas de mariposa» (1992) y como mejor director novel, además de una nominación por «La madre muerta» (1993).
Y en la categoría de canción original, dos de los grandes nombres de la música española. Alejandro Sanz, nominado junto a Alfonso Pérez Arias por el tema homónimo de «El verano que vivimos», y Rozalén, por «Que no, que no», para «La boda de Rosa».
Como siempre pasa, faltan muchos nombres que añadir a las listas -como Andrea Fandos, protagonista de «Las niñas», que no puede competir por edad-, pero, en general, las nominaciones han sido variadas y satisfacen a la mayoría en un año extraño para el cine.