«Mi Tour ya es un éxito», apunta el corredor galo, actual campeón del mundo, al triunfar en la etapa inicial
El francés Julian Alaphilippe, ganador de la primera etapa del Tour de Francia y primer líder de la general, aseguró que luchará por mantener el maillot amarillo el mayor tiempo posible, pero que su participación «es ya un éxito».
«El domingo hay otra gran etapa, voy a trabajar para mantenerlo. Pero haremos las cuentas al final de esta primera semana. Para mi, con esta victoria y el maillot amarillo el Tour ya es un éxito», dijo el ciclista.
El campeón del mundo llegó al Tour pocos días después de haber sido padre de su primer hijo, Nino, con la exciclista Marion Rousse, aseguró que la suerte le sonríe.
«Ojalá le pueda llevar muchos leones a Nino, aunque por ahora creo que prefiere otras cosas», dijo el ganador.
Alaphilippe, que el domingo vestirá el maillot amarillo por décimo octava vez, tras haberlo hecho en las dos anteriores ediciones, señaló que mantenerlo el mayor tiempo posible es un objetivo, aunque su principal meta es sumar otras victorias de etapa.
Empezando con la de mañana, con meta en el Muro de Bretaña, de tercera categoría, un trazado que se adapta bien a sus condiciones.
«Es una buena llegada, es una llegada que conozco, pero no es la que prefiero. No me interesa ganar tiempo, pero voy a tratar de darlo todo para mantener el amarillo y quizá para ganar», dijo.
Alaphilippe señaló que ganar esta primera etapa era su principal objetivo y que el equipo trabajó para ello a lo largo de toda la etapa.
El francés se vio implicado en la primera caída a 41 kilómetros para la meta, pero afirmó que no sufrió daños y que, «con serenidad», pudo entrar en el grupo de cabeza. El campeón del mundo no se vio afectado por la segunda, a 8 kilómetros del final.
Ataque a dos kilómetros
«No escondimos nuestras ambiciones. Hemos impuesto un ritmo duro para eliminar a los ‘sprinters’. Pedí al equipo que lo hiciera y que me colocara bien en la subida final. Cuando ya no me quedaban compañeros en la subida me he lanzado. Quedaba mucho (2.300 metros) pero he podido abrir hueco y aunque se me ha hecho largo he podido hacer un esfuerzo violento. Eso es lo que hace más hermosa esta victoria», dijo.
El ciclista aseguró que el maillot arcoíris, su reciente paternidad y ahora el amarillo del Tour constituyen «una locura».
«Este Tour es especial con el arcoíris, he venido pocos días después del nacimiento de mi hijo, pero sabía que venía para lograr victorias y las he logrado desde el primer día. Si me dicen hace unos años que cambiaría el arcoíris por el amarillo no lo habría creído. Estoy orgulloso. El día que pierda el amarillo, seguiré teniendo el arcoíris. No está nada mal», comentó.
«Uno de mis mayores sueños era ser campeón del mundo. Pero una vez logrado no me he parado, he querido seguir ganando. Es cierto que es un maillot que pesa, genera mucha presión, pero hay muchas carreras que ganar y he podido asumir ese estatus sin problemas, he asumido el papel que conlleva», dijo.
Ganador esta temporada de la Flecha Valona, Alaphilippe ha sido segundo en la Tirreno Adriático, en la Vuelta de Provenza, en la Strade Biache y en la Lieja-Bastona-Lieja.