Amós García señaló que hasta que no haya una cobertura vacunal «potente», en torno al 60%-70% de la población, «no es aconsejable desprendernos del uso de la mascarilla»
El presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, ha considerado un «poco precipitado» iniciar el discurso sobre la posibilidad de prescindir de la mascarilla en unas cuantas semanas; entiende que su uso sigue siendo necesario y asegura que se dejará de utilizar paulatinamente.
Así lo ha señalado en una entrevista en el programa ‘Despierta Canarias’, a raíz de que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, haya dicho que es posible que en exteriores, no en muchos días, se pueda reducir el uso de la mascarilla.
A este respecto, Amós García señaló que hasta que no haya una cobertura vacunal «potente», en torno al 60%-70% de la población, «no es aconsejable desprendernos del uso de la mascarilla», que «ha sido un instrumento importante en la contención del virus», remarcó.
Es más, advierte de que aún llegando a esos porcentajes de vacunación «no nos podemos desprender de golpe de la mascarilla», sino que tiene que ser «un proceso gradual y adaptativo al impacto que está teniendo todavía la pandemia en nuestro medio y a las coberturas de vacunación que estamos consiguiendo».
Amós García coincide con Fernando Simón en que, posiblemente, en una primera fase nos podremos desprender de la mascarilla en espacios abiertos, pero insiste en que habrá que mantenerla durante un tiempo en espacios cerrados. No obstante, reiteró que quizá habría que marcar mejor los tiempos sobre cuándo se deben ir anunciando cuestiones como ésta.
Reforzar el mensaje preventivo
En su opinión, convendría «reforzar el mensaje preventivo, la idea de que estamos avanzando gracias a la vacuna, gracias a que tenemos una herramienta que nos permite ir activamente a por el virus».
Además, cree que habría que seguir profundizando en las medidas pasivas que se han usado hasta ahora, es decir, que «las autoridades tengan que tomar medidas oportunas cuando así lo exija el peso de la pandemia y que la ciudadanía sea consciente de la importancia, aun estando vacunados, del uso de las medidas preventivas de barrera, como son la mascarilla, el lavado de manos o la distancia física».
Una vez superada la pandemia, opina que se debería seguir usando la mascarilla en determinados ámbitos, por ejemplo, si se sufre un resfriado y hay que salir a la calle, pues eso evitaría contagiar a otras personas y sería un «instrumento de solidaridad» muy importante, y también en determinados ámbitos sanitarios.
Comportamientos inadecuados
El cese del estado de alarma ha venido acompañado de un incremento de comportamientos inadecuados por parte de determinados sectores de la ciudadanía, sobre todo de jóvenes, que se concentraban en numerosos puntos del país sin respetar las normas básicas de prevención de la COVID-19, como el propio uso de la mascarilla o la distancia física.
Amós García admite que ha visto imágenes que no le han gustado y que, incluso, le han causado «pavor». En cualquier caso, aclara que se trata de un colectivo que no es representativo del comportamiento global que está teniendo la ciudadanía, que considera «muy bueno», sobre todo en Canarias.
Si bien lo que se ha visto han sido «comportamientos favorecedores de contagios», Amós García entiende que posiblemente el impacto sobre el peso de la pandemia no sea tan tremendo como en olas anteriores, pues «afortunadamente ya estamos avanzando en la vacunación», pero sí puede causar un «pequeño o mediano» incremento del número de casos.
«Ya se ve la luz del final del túnel, pero ese túnel todavía tiene muchos kilómetros de recorrido y tenemos que hacer las cosas bien porque, si no, esa luz puede ser un tren que venga de frente y nos choque y nos haga descarrillar, así que prudencia en los mensajes y en las recomendaciones», advierte el epidemiólogo.