La vida en Canarias ha vuelto a cambiar (otra vez): Las terrazas y los comercios vuelven, las familias ya pueden encontrarse, las ciudades fijan nuevas pautas, es posible ir a misa o al médico, sufrir atascos o pensar con más ilusión en un vuelo.
El proceso de desescalada es lo que tiene:la capacidad de hacer cosas cambia a golpe de boletín.. A veces, incluso, con variaciones entre que habla un ministro y se publican las normas en una site que está batiendo récords. La llegada este lunes de la fase 1 a toda Canarias -La Gomera, El Hierro y La Graciosa ya lo estaban desde el día 4- ha impuesto otra realidad Estas son, con rostros, algunas de esas novedades.
Bares, qué lugares
Al 50% de su capacidad, con mesas cada dos metros,en el exterior y con no más de 10 personas por grupo. Así pueden trabajar las terrazas. A algunos esta medida temporal no les sale a cuenta; otros trabajaron ya este lunes como si no hubiese un mañana. El presidente de la asociación de empresarios del sector en Las Palmas, Fermín Sánchez, ha cifrado en un 30% el número de establecimientos reabiertos en la provincia. En total, hay 600.
Ana Pérez, propietaria del ‘Oh, qué bueno’, en la Plaza del Pilar de Las Palmas de Gran Canaria, fue una de las que se animó. “La gente ha sido muy cívica y no he dejado de tener las mesas llenas”, confesaba a media tarde. En su negocio trabajaban 11 personas, 6 de ellas, miembros de su familia. Ahora espera ir recuperando a todos del ERTE, “poco a poco”. Ana tiró de cita previa para llenar sus 9 mesas. “Lo que más costaba era que quedasen libres”, apuraba entre risas.
Ropa a la plancha
A más de 100 kilómetros de allí, en La Orotava, Elvira Zárate contabilizaba siete clientes a las cinco de la tarde. Su local lleva por nombre ‘Un rincon con solera’ y este lunes lucía una plancha vertical de desinfección a la que está dando uso frecuente para dejar toda la ropa que palpan sus visitas en perfecto estado. A la entrada del negocio, 16 metros, tiene gel y guantes. Elvira también tiró de citas y aportó un dato alegre: “si todo sigue bien, la semana que viene recupero a mi empleada”. Otro vocablo que pronuncia: ácido hipocloroso. “El bote de 5 litros vale 20 euros”. Con eso, su profesionalidad y la fidelidad de su clientela espera retomar vuelo en breve. “¿Mi mayor inversión? Lo que voy a pagar de luz con la plancha”.
Rezar bajo el mismo techo
Otra novedad de la fase 1: se puede ir a misa. Eso hacían ayer tarde en la parroquia de La Concepción de La Laguna. Allí, las medidas de seguridad eran contundentes. Los lugares de culto tienen, además, los aforos limitados a un tercio. “Tenemos mascarillas, guantes, gel… Realizaremos el momento de la paz con una inclinación y la comunión la daremos en la mano. Hemos restringido espacios, con un máximo de 75 personas en el templo y no vamos a pasar el cepillo; hay una alcancía junto a la entrada para quien quiera ayudar.”. Lo cuenta el párroco, Juan Antonio Guedes, tirando de wasap. “También hemos ampliando el horario de misas el fin de semana, para que los fieles se puedan repartir con mayor comodidad. Antes de la pandemia, los sábados y domingos teníamos un 70% de ocupación”.
Siguiente…
Más cosas. También retoman el puso las consultas externas, aunque desde Sanidad se fomenta la asistencia telefónica. Hablamos con el gerente del Hospital de La Gomera, Isidro Manuel Brito, que describe la nueva foto. “Este lunes entró en fase 1 el resto del archipiélago, pero nosotros ya lo hicimos el día 4. Seguramente vieron cómo aumentaba la afluencia de pacientes, como nos pasó a nosotros. Vienen sobre todo a consultas externas, aunque todo lo que sean temas relacionados con analíticas y controles y no requiera de presencia física, se intenta solventar por teléfono. De media, a este centro están viniendo más de 200 personas al día”. Su quebradero de cabeza es que no se le quede pequeña la sala de espera. “De lo que se trata es de que la gente venga a su hora exacta”.
La familia…
Ayer fue un día especial para miles de familias. Probablemente muchas han mantenido el contacto gracias al móvil o los contactos visuales lejanos. Tocamos en casa de Nuria Rodríguez, vecina de Mirca, Santa Cruz de La Palma. Este lunes pudo estar, junto a uno de sus dos hijos, Hugo, y su pareja, Moisés, en casa de Lourdes, su suegra.
No han dejado de verse en dos meses; sí de tocarse. “Especialmente emotivo fue el beso y el gran abrazo que se dieron mi hijo y mi suegra”, relata tras un almuerzo grupal. Esta familia palmera quiere recuperar cuanto antes su vida de siempre, con los pequeños prometiendo muchas alegrías, presentes y futuras. Hugo es campeón de Canarias de motocross en su categoría -tiene 9 años- y Sabá está federado en vela. “Hemos mantenido todas las medidas, pero echábamos de menos estas reuniones. Somos muchos más en la familia; nos iremos viendo poco a poco”, apuntaba Nuria, quien reconoce que para todos ha “costado mucho llevar esta situación”.
Una nueva ciudad
Los casos de Ana, Elvira, Juan Antonio, Manuel y Nuria son historias personalizadas de esta nueva normalidad en la que la ciudad coge otro aire. Es el caso de Las Palmas de Gran Canaria, la reinstauración de las zonas azul y verde es quizás una con las afecciones más globales, aunque el edil de Movilidad, José Eduardo Ramírez, recalca que hay un parque móvil de más de 200 mil vehículos, y las plazas regidas por colores sólo suponen 3.500 huecos. Toca pasar por caja, como también hay ya más opciones para usar el transporte público en esta fase 1: el 33% de la flota de taxis, el 60% de las frecuencias de Guaguas, el 100% del servicio de préstamo de bicis. Y es que el tráfico “ha vuelto a subir”, resume la Policia Local. En la urbe tienen previsto ejecutar varias peatonalizaciones. Por ahora, el consistorio sigue priorizando la atención telefónica y telemática de sus servicios. Hay ya 23 instalaciones deportivas abiertas al aire libre y poco a poco vuelve el trajin a las bibliotecas.
La casuística es similar en una localidad más pequeña,Tuineje. Allí han cerrado la fase 0 sin incidencias y reportan una curiosidad: aforo limitado en los cementerios. Veinte personas en el de Tuineje y 40 en el de Gran Tarajal. Y no se puede estar más de media hora.
Viajar es un placer
Por último, y si de actividades sugerentes se trata, esta nueva fase 1 trae novedades a los aeropuertos. Al menos, a los canarios. Ya avisó el domingo Ángel Víctor Torres que se iba a aumentar la oferta de vuelos interinsulares, aunque el asunto aún no está del todo cerrado.
“La intención de Binter es, desde que podamos, incrementar el número de vuelos. Estamos trabajando para hacerlo desde esta semana, con la idea de añadir un avión más a la programación, si bien las rutas y el número concreto de vuelos a esta hora [mediodía del lunes 11], aún no están definidos porque estamos estudiando cómo hacerlo”, reseñan desde la aerolínea.
Mientras todas estas novedades se implantan en nuestras vídas, esta se mantiene igual en otras prácticas: aplausos a las siete y niños sin colegio.