Antonio ha superado un trastorno de la conducta alimentaria y pertenece a la Asociación Gull Lasègue. Ahora comparte su historia con otros jóvenes para ayudarles a recuperarse.
Antonio es un joven de 21 años apasionado por el teatro, comprometido con la inclusión social y amante de la diversidad.
Es estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones en la ULPGC. Actualmente, se dedica a hacer espectáculos infantiles en diferentes lugares de Canarias, llevando alegría y diversión a los más pequeños. Forma parte de una compañía de teatro donde ha encontrado una pequeña familia, rodeándose de personas diversas y únicas. Para él, estar con ellos, ensayar, preparar todo y actuar son actividades que lo llenan de satisfacción, especialmente cuando recibe el reconocimiento y las felicitaciones del público.
Además de su amor por el teatro, Antonio también destaca por su compromiso con la defensa de sus ideas y la lucha por la inclusión social.
Cree firmemente en que todas las personas deben tener un lugar en la sociedad y está dispuesta a luchar por ello. Considera que la diversidad es una riqueza que enriquece la convivencia y defiende con pasión la igualdad de oportunidades para todos.
En su tiempo libre, Antonio disfruta viendo películas, saliendo con sus amigas y yendo al gimnasio. Cuando necesite desconectar del mundo, dar un paseo por la playa es su refugio, un espacio que le permite reflexionar y encontrar paz.
Antonio recuerda con cariño su infancia, donde disfrutaba mucho al pasar tiempo con su hermana y amigos, yendo al parque o jugando en la cancha. También practicaba balonmano, un deporte que le apasionaba.
A medida que crecía sus aspiraciones profesionales fueron variando, desde querer ser «padre» cuando era niño, hasta considerar ser «pintor», «maestro» y finalmente, «matemático» en su etapa más adulta.
Actualmente estudia Ingeniería de Telecomunicaciones y disfruta mucho de la universidad y valora mucho las relaciones que ha construido y sigue construyendo en ese entorno.
No sabe si alguna vez ha tenido sueños, de pequeño simplemente soñaba con crecer, con ser algún día alguien importante. Ahora no sueña, tiene metas, como terminar los estudios, independizarse o conocer mundo…
Afortunadamente se considera joven, pero si tuviera que darle un consejo a los más jóvenes, simplemente les diría que sean niños, que el único objetivo en la vida es disfrutar, que no tienen que solucionarlo todo, porque es probable que no puedan hacerlo.
Que no tengan responsabilidades más allá del colegio porque la infancia se va y nunca vuelve y que hagan lo que quieran, pero siempre siendo respetuosos. Destaca la importancia de valorar a las personas que nos rodean, ya que en algún momento pueden no estar presentes.
En este episodio de Así Somos veremos como Antonio es un ejemplo de esperanza para todos aquellos que están luchando con un trastorno de la conducta alimentaria. Su historia muestra que es posible recuperarse y vivir una vida plena y feliz.