Al caducar la declaración ambiental del Circuito del Motor, el Cabildo de Tenerife debe paralizar la obras porque no se iniciaron dentro del plazo establecido

Fecha: 28/03/2023.
Foto de archivo
La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) ha dado este miércoles por caducada la declaración de impacto ambiental del Circuito del Motor de Granadilla a raíz de la última sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 3 de Santa Cruz de Tenerife que constituye un «nuevo revés» para el proyecto.
Así, insta al Cabildo de Tenerife a paralizar las obras porque el complejo «carece de respaldo legal para seguir adelante» ya que la magistrada ha considerado «probado» que las obras no se iniciaron dentro del plazo establecido en la declaración, «lo que invalida todo el proyecto desde el punto de vista ambiental».
El colectivo detalla en una nota que «a pesar de los intentos del Cabildo Insular de Tenerife de justificar los movimientos iniciales de tierra y el desbroce de vegetación como inicio de obra, la jueza ha concluido que las actuaciones ejecutadas antes de noviembre de 2016 fueron ínfimas, no estructurales y carentes de entidad suficiente para considerarlas válidas a efectos del cumplimiento legal».

En su opinión, «fueron un simple paripé para hacer creer que las obras se habían iniciado cuando nunca lo hicieron».
Una defensa del territorio
ATAN, promotora del recurso, celebra este fallo como «una victoria de la legalidad y la defensa del territorio» pero alerta de que «el daño al territorio ya está en marcha y la inacción de la administración insular para detener las obras es tanto irresponsable como alarmante».
«Hasta cuándo va a seguir la ‘influencer’ que ocupa la presidencia del Cabildo de Tenerife y su equipo permitiendo el expolio del territorio insular», se pregunta en una nota.
En ese sentido señala que el Circuito del Motor «sigue avanzando, destruyendo hábitats y territorio a golpe de maquinaria pesada y con el apoyo institucional unánime de todos los grupos del Cabildo, a pesar de tratarse de un proyecto caduco, ambientalmente insostenible y socialmente inexplicable, lo que explica el nivel de deterioro acelerado que sufre la isla y el grado de ignorancia y de desprecio institucional por los valores naturales y patrimoniales de Tenerife».
Para ATAN, «esta nueva sentencia demuestra que la protección del territorio no es un capricho, sino un imperativo legal y moral, instamos al Cabildo Insular a paralizar de inmediato las obras, cancelando este proyecto tan dañino como innecesario, para siempre».