Casas con mucho arte y tradición, este lunes en ‘Toc, toc… ¿Se puede?

Este lunes 2 de septiembre el programa visita seis hogares canarios que destacan por su particular estilo y decoración artística

El programa de Televisión Canaria se adentra este lunes en el interior de seis hogares canarios que desbordan arte y autenticidad. A partir de las 22:00 horas, seis anfitriones abren las puertas de sus casas para mostrar a los telespectadores los lugares donde viven y sueñan. Seis viviendas muy diferentes entre sí, pero todas tan especiales y sugerentes como las personas que las habitan.

Y vaya si en el hogar de Daniel hay arte por todas partes. Con esta premisa, el programa se acerca a la casa del primer anfitrión, el conocido director de uno de los museos más visitados de Las Palmas de Gran Canaria. En esta ciudad se sitúa el lugar en el que reside este coleccionista de arte, maniático de la limpieza y el orden de puertas para adentro. Se trata de un espacio diseñado en 1962 por el mismo arquitecto del viejo Estadio Insular. Muebles traídos de sus habituales viajes por Europa y que sabe perfectamente dónde colocar, cuberterías que, literalmente, valen su peso en oro y escritorios de novela hacen que el recorrido por las habitaciones nos traslade a las grandes galerías de arte del continente. Tapices, grabados, lámparas, piezas de exposición originales… Un anticuario sería feliz en este domicilio de estilo clásico que bien se puede decir que es el fiel reflejo de la personalidad de su propietario. ¿Se atreven en casa a entrar en una vivienda de las de “mírame y no me toques” y en la que pueden estar tranquilos porque no van a tropezarse y tirar algo? Adelante, ¡la entrada al programa es gratuita!

Tras visitar la isla redonda, el programa se traslada a la isla de los volcanes. La historia de los padres de Cía es la de tantos turistas suecos que en los años 60 y 70 del siglo pasado se enamoraron del clima de las islas y decidieron establecerse en Fuerteventura. La siguiente propietaria que invita a los espectadores a su original refugio quiso continuar con la tradición familiar en el pueblo de Corralejo, donde lleva prácticamente la mitad de su vida. Allí se hizo con una casa que es realmente una estancia única donde conviven con armonía la cocina, la sala de estar y el dormitorio, en medio de colores pastel, materiales de madera y recuerdos familiares. Estas tonalidades cromáticas del hogar contrastan con los matices en blanco y negro de la zona de baño. La cocina llamará a buen seguro la atención de los espectadores. Su isla central es una de las protagonistas principales de la construcción, que funciona como mesa de comedor con distintos almacenajes bien repartidos. Los colores blancos y beige tan típicos de países nórdicos juegan con la decoración y complementos del salón. La zona de dormitorio se esconde al final del recorrido, a modo de sorpresa, y fue diseñada de manera personalísima por Cía en un intento de separar los tres ambientes distintos de la casa como si fueran tres habitaciones diferentes.  

Si hay algo que puede decirse de la emisión de esta semana es que el diseño de los hogares rebosa arte y talento por todos lados. Fátima es una experta en arte y gestión cultural y puede presumir de tener una vivienda que todo el que la visita se queda prendado de ella: una residencia de más de 70 años con techos de 3 y 4 metros de alto. La reforma que hizo la anfitriona se hizo en todo momento respetando su estilo arquitectónico primitivo, como así lo atestiguan puertas, ventanas y lámparas.  Artesanía y decoración procedentes de mercadillos de antigüedades o traídas de sus viajes por Latinoamérica, suelos hidráulicos que respetan su esencia original y una cocina y un baño que reflejan con esmero el espíritu que Fátima quería impregnar a su morada consolidan el particular sello de la tercera visita de hoy. El patio interior es uno de los originales pasajeros de este viaje al pasado, estancia en la que se puede disfrutar de una librería de lo más original y un techo de cristal que permite la entrada permanente de luz 

Arquitectura tradicional canaria

Hogares hay muchos: de madera, de hormigón, de piedra, de ladrillo… pero ninguno como el de cada uno y, si no, que se lo digan a la siguiente casa que visita el programa en el municipio de Valverde, en la isla de El Hierro. Mari Paz heredó la construcción de sus abuelos, una vivienda tradicional al más puro estilo canario imitando un antiguo pajero, tan habitual en la isla, y que ella ha ido reformando poco a poco intentando combinar materiales rústicos y modernos. Dos grandes ventanales verticales dan luz a la zona del salón-comedor, donde también se encuentra una pequeña cocina con un altísimo poyo de tea. De este tipo de madera, trabajada por su marido, es también la que está muy presente en todo el recorrido del domicilio. Los materiales empleados han sido elegidos a conciencia: el techo está hecho de hormigón para proteger de la humedad y las paredes exteriores de piedra para regular la temperatura interior. La parte de la barbacoa es la preferida de Mari Paz, donde pasa la mayor parte del tiempo con familia y amistades, en un terreno al que le puso picón y que le trae grandes recuerdos de cuando pasaba sus veranos de pequeña.

El barrio de Triana en Las Palmas de GC acoge el siguiente hogar que visitan los reporteros de TOC, TOC… ¿SE PUEDE?. Y cuando hablamos de hogar, en esta ocasión lo hacemos en mayúsculas, porque el programa ha conseguido entrar en una de las construcciones más icónicas del entorno de la Alameda de Colón de la ciudad. Los abuelos de Fernando construyeron a principios de siglo un edificio en el núcleo histórico de la ciudad para vivir allí con todos sus hijos. La planta principal dispone de tres grandes estancias centrales que hacen de salón y comedor, de estilo británico, donde se han celebrado grandes eventos familiares y que aún conservan valiosos muebles y objetos decorativos, intactos décadas después. A través de esta zona se accede al enorme balcón de la casa, con unas impresionantes vistas al casco histórico de la ciudad. La cocina conserva el aroma del diseño de estas habitaciones de las grandes viviendas de antaño, con una enorme despensa que guardaba de manera tradicional los alimentos. A través de un dintel de piedra de cantería que separa la parte más social de la más íntima, nos adentramos hacia el área de descanso, que aún guarda auténticos tesoros como obras originales del omnipresente Pepe Dámaso, un armario de madera de caoba de más de tres metros de ancho o un baño de más de un siglo de existencia.

A mediados de la década pasada, Mari Nieves, arquitecta de profesión, decidió construir un edificio en Santa Cruz de Tenerife que le sirviera como residencia familiar y oficina profesional. El resultado en la parte habitable: dos enormes plantas unidas por una espectacular escalera, en mitad de un barrio repleto de arquitectura del siglo XIX. En el primer piso, un espacio único y alargado que une salón, comedor y cocina, con un inteligente juego de la iluminación natural y en el que la anfitriona puede desayunar o cenar al lado de una lúcida obra de arte. En el piso superior, la biblioteca y el dormitorio, en un proyecto de gran factura técnica y brillantez espacial que ubica en una sola estancia la zona de descanso, el vestidor y el baño. La idea siempre fue que hubiese transparencia y fluidez visual en todas las habitaciones del domicilio, un trabajo de calidad que aún es posible en plena jungla urbana de una de las capitales canarias.

Si Pablo Picasso decía aquello de que el propósito del arte es quitar el polvo de la rutina de nuestras almas, bien se puede decir esta semana que Daniel, Cía, Fátima, Mari Paz, Fernando y Mari Nieves lo han conseguido. Una semana más, ‘Toc, Toc… ¿Se puede?’ abre las puertas de hogares del archipiélago que nunca dejan indiferentes a la audiencia de Televisión Canaria. Casas que enamoran para visitantes de lujo, ¿qué más se puede pedir?

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