Un equipo de inspectores de salud pública trata de erradicar el mosquito tigre en el barrio de Piletas, en Las Palmas de Gran Canaria
Cada miércoles, un equipo de 20 inspectores de salud pública recorre las calles del barrio de Piletas en Las Palmas de Gran Canaria, con un objetivo claro: erradicar el mosquito tigre, también conocido como Aedes Aegypti. Esta labor minuciosa se centra en la vigilancia y control de las trampas instaladas estratégicamente para capturar a este insecto vector de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, el zika o el chikungunya.
La clave del éxito reside en mantener las trampas limpias durante al menos 18 meses, un esfuerzo que requiere la colaboración activa de los vecinos. Y es que, como bien señala el catedrático en parasitología Basilio Valladares, «ese mosquito, que a priori parece indefenso, es el que trasmite enfermedades».
Lucha contra el mosquito
La lucha contra el mosquito tigre en Canarias ha cosechado importantes frutos en los últimos años. En 2017, un ejemplar entró en Fuerteventura, pero fue erradicado en tan solo dos semanas. Un caso similar se repitió en Tenerife, donde varios focos fueron eliminados en la zona de la Vuelta de los Pájaros.
De las 14 entradas de mosquito tigre registradas en el archipiélago, 13 ya están totalmente controladas. Piletas, por su parte, se ha convertido en el epicentro de los esfuerzos para erradicar definitivamente a este insecto.