Durante esta estación habrá dos eclipses, uno total de Luna y otro anular de Sol
Los planetas Júpiter y Saturno brillarán al amanecer en el cielo de la primavera, que ha comenzado este sábado a las 10:37 hora oficial peninsular, y en la que tendrá lugar un eclipse total de Luna y otro anular de Sol, este último visible desde España como parcial.
Durante la noche del equinoccio primaveral, Marte se podrá observar a lo largo de toda la estación, mientras que Mercurio será visible en mayo y Venus en abril, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que también detalla que el 26 de mayo habrá un eclipse total de Luna que se observará desde Asia, Australia, el Pacífico y América, pero no en España.
El 10 de junio se prevé un eclipse anular de Sol que será visible como parcial en Norteamérica, Europa y Asia; la franja de anularidad también se podrá contemplar en puntos del noreste de Canadá, Groenlandia y en amplias áreas del noreste de Rusia, mientras que la observación de este fenómeno en España será parcial.
Esta estación, que se alargará 92 días y 18 horas y terminará el 21 de junio con el verano, es la época del año en la que los días avanzan más rápidamente; de esta manera, el Sol saldrá por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pondrá más de un minuto después, por lo que el tiempo en que el Sol estará por encima del horizonte será de unos tres minutos más al día.
Otra característica propia primaveral es el cambio de hora: el próximo 28 de marzo a las 2 de la madrugada hora peninsular, se adelantará el reloj hasta las 3 de la madrugada (la 1 de la madrugada en Canarias pasará a ser las 2), con lo que este día tendrá, oficialmente, una hora menos.
En la actualidad, -según el Instituto Geográfico- el Parlamento Europeo debate todavía la posibilidad de eliminar los cambios de hora a partir de este año.
La primera luna llena primaveral llegará el 28 de marzo y las siguientes el 27 de abril y 26 de mayo; otros fenómenos astronómicos importantes, como las lluvias de meteoros, Líridas y las Eta Acuáridas, alcanzarán su máximo hacia el 22 de abril y el 6 de mayo, respectivamente.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas -conocidas popularmente como constelaciones- la primavera es un buen momento para su observación, debido a que las noches aún son largas y hace menos frío que en invierno.
Una de las constelaciones más importantes de la primavera es Leo, fácil de localizar al sur por su llamativa forma de signo de interrogación invertido, mientras que hacia el norte, se podrá diferenciar claramente la Osa Mayor y al este, las constelaciones de Virgo y del Boyero, cada una con una estrella brillante: Spica en Virgo y Arturo en el Boyero.
El comienzo de las estaciones viene dado por las determinadas posiciones de la Tierra en su órbita alrededor del sol; en el caso de esta estación, la duración del día y la noche prácticamente se igualan y, por eso, se denomina equinoccio de primaveral.