El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado una vez más enviar a prisión provisional o retirar el pasaporte al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, a quien ha pedido estar localizable tras tomarle declaración por videoconferencia a raíz de varias querellas interpuestas contra él
Pedraz sigue considerando que no hay motivos que justifiquen medidas tan gravosas como las solicitadas por las acusaciones -que le acusan de delitos de lesa humanidad, genocidio y torturas, entre otros- y finalmente ha optado por seguir el criterio de la Fiscalía, que había pedido que Gali aportase un domicilio y un teléfono para estar localizable.
El juez no ve «riesgo de fuga alguno» porque «no consta» ningún dato «para apreciar que el investigado pueda o quiera sustraerse a la acción de la justicia, máxime a la vista de que en cuanto ha tenido conocimiento de los hechos investigados se ha personado en la causa y ha accedido a la práctica de su declaración, incluso a la vista del estado de salud en el que se encuentra que bien le hubiera permitido a su defensa solicitar posponer la declaración».
Señala además que la acusación «no ha suministrado elementos siquiera indiciarios» que avalen «la existencia de motivos bastantes para creerle responsable de delito alguno», dado que las declaraciones de testigos prestadas hace años «no tienen prueba corroborativa y de ellas no se sigue una participación en los hechos del investigado».
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