El SIVE en Canarias comenzó a funcionar en 2004 pero es un sistema que no detecta todas las embarcaciones que se aproximan al litoral canario
Algunas pateras y cayucos son detectados por el SIVE (sistema integrado de vigilancia exterior), pero otro porcentaje importante no aparecen en el radar. Así lo admite la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que confirma que el sistema a veces confunde las embarcaciones con olas.
Los recientes naufragios con decenas de migrantes fallecidos cerca de la costa han cuestionado el funcionamiento del SIVE, instalado en Canarias desde 2004.
Su funcionamiento se asemeja al de los radares de los aviones pero en este caso aplicados al mar. La Guardia Civil recibe en sus pantallas las anomalías captadas por el radar y con una cámara trata de identificar qué es. Con el mar en malas condiciones, las olas pueden ocultar las embarcaciones.
Las olas suben, bajan, aparecen y desparecen, pero con aguas agitadas, una cresta prolongada puede hacer pensar a los operarios que se trata de una embarcación. Hasta la caída de un contenedor puede confundirse con una patera.
El objetivo principal del SIVE cuando comenzó a funcionar era la detección de narcolanchas y entre unas y otras hay diferencias. Para comenzar, sus velocidades, las pateras apenas alcanzan 10 kilómetros por hora, así que la tecnología es importante, pero la pericia del operador que interpreta también.
A lo largo de los 20 años que lleva este sistema en canarias, diferentes empresas han accedido a su mantenimiento a través de licitación pública.
Estas son las cuatro funciones del SIVE
- Detectar a larga distancia las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral.
- Identificar el tipo de embarcación y a sus tripulantes con el fin de comprobar la posible actuación ilegal de los mismos.
- Coordinar el seguimiento, en su caso, de la embarcación, utilizando para ello los medios marítimos, aéreos y terrestres con que cuenta la Guardia Civil.
- Interceptar a los presuntos delincuentes o auxiliar a los inmigrantes.