El 97% del profesorado canario quiere cambiar el sistema de oposiciones

El sindicato STEC ha encuestado a 2.000 docentes y concluye que la inmensa mayoría (un 97 %), no está de acuerdo con el sistema de oposiciones y querría cambiarlo

Los resultados de la encuesta lanzada recientemente por el sindicato STEC-IC revela que la mayoría del profesorado de Canarias está a favor de reformar profundamente el sistema de oposiciones docentes. En la consulta –en la que participaron 2.000 docentes canarios (1.952)– el 97% de los encuestados manifestó que es urgente cambiar el actual modelo de acceso a la docencia (un 77% aboga por cambios “radicales” frente a un 20% que pide ajustes).

Los resultados ponen de relieve un amplio consenso entre el profesorado: el sistema vigente es percibido como injusto, precario y alejado de la realidad educativa. Respaldan así las demandas históricas de STEC-IC de una profunda modificación de las oposiciones.

9.911 aspirantes acuden a las primeras pruebas de las oposiciones para 1.227 plazas docentes en Canarias
Aspirantes en las primeras pruebas de las oposiciones para 1.227 plazas docentes en Canarias

Precariedad y transparencia

Precariedad e interinidad: el 89% del profesorado encuestado opina que el actual sistema de oposiciones fomenta la precariedad laboral y la alta interinidad. Desde el STEC-IC se alerta que mantener el modelo actual perpetuará tasas elevadas de interinidad, condenando a miles de docentes a la inestabilidad.

Falta de transparencia: un 88% rechaza que las pruebas eliminatorias actuales sean objetivas o justas para valorar la competencia docente. Asimismo, más de 3 de cada 4 docentes afirma no haber percibido transparencia ni equidad en el desarrollo del procedimiento. Denuncian en los cientos de comentarios anexos a la encuesta muchos casos de criterios dispares, opacidad en las correcciones y dificultad para reclamar. Muchos participantes relatan la falta de criterios unificados y de información previa. Más del 70% manifiesta que no recibió los criterios de evaluación con suficiente antelación. Esto, señalan, «genera desconfianza en el proceso». Estas denuncias concuerdan con la enorme saturación que sufren los compañeros y compañeras que se ven obligados/as a actuar como miembros de los tribunales en unas condiciones laborales lamentables y con un altísimo grado de presión.

Exámenes y acceso

Exámenes memorísticos vs competencia docente

El 89% del profesorado siente que el sistema actual prima la memorización por encima de los criterios pedagógicos. En línea con esto, un abrumador 87% apoya implantar un modelo de oposición “más competencial”. Indican que preferirían que estuviese centrado en competencias prácticas reales en el aula en lugar de pruebas teóricas memorísticas. De hecho, el 90% respalda introducir una prueba tipo test objetiva en la primera fase, para garantizar la igualdad de criterios. Por otro lado, alrededor del 60% valora negativamente la utilidad de las pruebas prácticas y la defensa de la programación didáctica actuales. Las consideran poco relevantes para medir la capacidad docente real.

Cambios en el sistema de acceso

Siete de cada diez encuestados (71%) están a favor de eliminar el carácter eliminatorio de la primera prueba. Elegirían permitir que más aspirantes puedan completar todas las fases del proceso. Igualmente, un 71% apoya implantar un sistema de acceso diferenciado que reserve un cupo de plazas para docentes interinos con experiencia y otro para opositores nuevos, con reparto equitativo, como vía para reconocer la trayectoria del profesorado interino sin cerrar la puerta a los nuevos titulados. Además, casi 6 de cada 10 docentes (58%) abogan por incrementar el peso de la experiencia docente previa en el concurso de méritos.

El «calvario» de las oposiciones

Los comentarios cualitativos recogidos en la encuesta reflejan las inquietudes de fondo del profesorado. Muchos participantes describen el “calvario” emocional que suponen las oposiciones. Un 90% reporta un impacto emocional alto o muy alto en su bienestar personal. Citan estrés, ansiedad e incluso repercusiones familiares.

Las opiniones abiertas inciden en la “desconexión con la realidad educativa” de unas pruebas “excesivamente teóricas y desproporcionadas”, en palabras de varios encuestados. Se critica que los temarios son extensos y poco actualizados, favoreciendo preparaciones mecánicas. También se reclama disponer de un temario oficial unificado y actualizado para todas las especialidades.

También se cuestiona la escasez de plazas ofertadas en relación al número de aspirantes y docentes interinos existentes, lo que agrava la sensación de injusticia del proceso. Otra propuesta recurrente es grabar las pruebas orales para asegurar la objetividad y permitir una revisión imparcial en caso de reclamación. Asimismo, se demanda una mejor planificación de las convocatorias (plazos, fechas de exámenes y publicación de resultados) para evitar incertidumbre prolongada y facilitar la organización de las personas aspirantes.

Aval al sindicato

Desde el STEC-IC subrayan que estos resultados avalan la postura del sindicato: “El actual sistema de oposiciones docentes es un fracaso”, que exige un cambio inmediato hacia un modelo más objetivo, justo y acorde a la realidad docente.

El sindicato destaca la necesidad de garantías reales de transparencia y equidad, con criterios de evaluación homogéneos y conocidos de antemano, y de implantar pruebas más prácticas y objetivas.

Entre las medidas urgentes que propone el STEC-IC, a tenor de la encuesta y de sus propuestas históricas, figuran una revisión profunda del sistema selectivo docente en todo el Estado (eliminando pruebas eliminatorias, reduciendo el peso memorístico y valorando la experiencia y las competencias profesionales) y mejoras en las condiciones de los tribunales evaluadores. Todo ello con el fin de «lograr un proceso más justo, riguroso y respetuoso con los derechos y el esfuerzo de los aspirantes, en consonancia con lo que demanda la mayoría del profesorado canario».

En conclusión, desde el STEC-IC hacen un llamamiento a la Consejería de Educación de Canarias y al Ministerio de Educación para que atiendan este amplio mandato que el profesorado canario. Los resultados evidencian un rechazo casi unánime al modelo vigente y un apoyo mayoritario a cambios profundos que garanticen la objetividad, la transparencia y la valoración de la experiencia en las oposiciones.

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