La misa de entronización se celebró en la plaza de San Pedro y ha marcado el inicio oficial del pontificado de León XIV.
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Aunque el «Habemus papam» lo alzó como el nuevo cabeza de la Iglesia católica a los ojos del mundo, aún queda un acto formal para que dé comienzo su pontificado. Este domingo 19 de mayo Robert Francis Prevost ha asumido formalmente su puesto como Santo Padre. Con este rito comienza su papado.

El Papa León XIV ha pedido una «paz justa y duradera» para la «martirizada» Ucrania, ha recordado a los «supervivientes» de la guerra de Gaza y ha lamentado las «nuevas hostilidades» en Birmania.
«No podemos olvidar a los hermanos y hermanas que sufren a causa de la guerra. En Gaza, los niños, las familias, los ancianos supervivientes se ven reducidos al hambre», ha señalado León XIV al final de la misa de entronización, que se ha celebrado este domingo 18 de mayo en la Plaza de San Pedro del Vaticano, con la que ha arrancado oficialmente su pontificado.
Entronización de León XIV
Asimismo, el Pontífice ha recordado a Myanmar, que sufre «nuevas hostilidades» que «han quebrado jóvenes vidas inocentes» y ha subrayado que «la martirizada Ucrania espera, finalmente, negociaciones por una paz justa y duradera».
En este contexto, León XIV ha implorado la intercesión de la Madre del Buen Consejo «como signo de esperanza» para que conceda «el don de la paz y el apoyo y el consuelo para quienes sufren».
La escenografía
El lugar donde se ha celebrado esta ceremonia es el más simbólico de la Iglesia: la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Junto a León XIV, oficiaron misa en la Basílica de San Pedro los cardenales presentes en Roma, los patriarcas y arzobispos mayores orientales, el secretario del Colegio Cardenalicio y dos padres generales religiosos, el de los franciscanos menores y el de los jesuitas. Alrededor de 180 personas.
Cabe destacar que asistieron cientos de personalidades que tenían asignado un lugar concreto en el escenario de este rito. A la izquierda de la entrada a la basílica se colocaron cerca de 250 obispos y representantes de otras iglesias y confesiones cristianas.
A la derecha, se situaron las delegaciones de los más de 100 países que han asistido.
El anillo y el palio
En cuanto a la carga simbólica, este acto ha marcado un nuevo comienzo, pues ha sido el momento en el que el nuevo obispo de Roma ha hecho su primera declaración de intenciones para su papado. Ha representado también una reafirmación de la fe y la continuidad de las enseñanzas católicas. El seguimiento multitudinario tanto en la plaza de San Pedro, como alrededor del mundo han hecho además, que sea una muestra del poder y la influencia aún hoy de la Iglesia. El anillo y el palio son los objetos que materializan el comienzo de esta nueva etapa.
Historia del anillo
El nombre del anillo viene del antiguo oficio de pescador de San Pedro, al que siguieron los papas. Se usa para sellar bulas y documentos papales, aunque hoy su uso es más simbólico. Antes del siglo XVI el anillo pasaba de un papa a otro. Pero desde el pontificado de León X se implantó la costumbre de que a la muerte del papa, una vez comprobado el óbito del pontífice, el camarlengo debe entregarlo al maestro de ceremonias. Este, lo destruye para evitar la falsificación de documentos. Esto lo hace golpeándolo con un martillo de plata y marfil de forma que la imagen se deforme. Ese material servirá para hacer el anillo del nuevo pontífice, de manera que a lo largo de la historia el oro del anillo del papa ha sido siempre el mismo.
Esta tradición se rompió con la renuncia de Benedicto XVI. El anillo que le correspondía a este sumo pontífice no fue destruido sino marcado con una cruz para anularlo. Su sucesor, el papa Francisco, solicitó que la fundición del nuevo anillo no fuera en oro macizo sino de plata dorada.

Anillo del pescador: el anillo del Pescador se le entregará a León XIV en la entronización junto al palio y tiene la imagen de san Pedro pescando en un bote, bordeado por el nombre del papa que ocupa la sede en ese momento en latín.
El palio es el otro símbolo esencial de este rito. Lo llevarán el papa y los metropolitanos en la misa. Tiene la forma de una faja circular que se pone sobre los hombros. De ella penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares, todo de lana blanca. En este material se pueden ver seis o cinco cruces de seda de color negro o rojo. Suele adornarse con tres clavos metálicos, que recuerdan los clavos de la Pasión.
Aunque existen diferentes teorías sobre el origen de esta pieza, la más extendida es la de que representa la oveja sobre los hombros del Buen Pastor. Se coloca sobre los hombros del sumo pontífice y de los arzobispos como símbolo del pastoreo. Es un recordatorio de que deben cargar con las ovejas como el pastor lo hizo en la parábola de la oveja perdida.

El palio: esta pieza de lana representa la oveja sobre los hombros del Buen Pastor. Se colocará sobre los hombros del sumo pontífice en la entronización de León XIV y como recordatorio, junto al anillo, de que deben cargar con las ovejas como el pastor lo hizo en la parábola de la oveja perdida.
Las autoridades en el evento
De España ha acudido Los reyes de España, Felipe VI y Letizia. No lo hicieron Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz. El ejecutivo nacional estuvo representado por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Ambos ya participaron en los actos de despedida del papa Francisco y mantienen una relación fluida con el Vaticano. Bolaños, además, ha liderado recientemente las negociaciones con la Santa Sede sobre la resignificación del Valle de los Caídos, hoy conocido como Cuelgamuros.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo sí asistió a la misa de inicio del pontificado del papa León XIV.
Entre las personalidades confirmadas ha destacado la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien encabezó la delegación de su país junto a su esposa, Usha Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Lo hizo también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, también estuvo presente en la misa tras obtener la autorización del Congreso, que debatió intensamente su salida en medio de la crisis de seguridad interna.
Por parte de Corea del Sur, el ministro de Cultura Yoo In-chon lideró la delegación oficial, acompañado por el embajador ante la Santa Sede, Oh Hyun-joo. Yoo.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también confirmó su presencia, acompañado por la canciller Laura Sarabia.
