Desde el pasado 6 de enero, al comienzo del nuevo confinamiento, el Gobierno de Dublín prohíbe los desplazamientos internacionales innecesarios, con controles policiales en los aeropuertos.
Las islas Canarias, destino vacacional favorito de muchos irlandeses, es también ahora, al parecer, un popular «destino médico» para aquellos que quieren pasar unos días al sol pero no pueden viajar al extranjero sin un «motivo esencial», según disponen las restricciones impuestas para frenar al coronavirus.
Desde el pasado 6 de enero, al comienzo del nuevo confinamiento, el Gobierno de Dublín prohíbe los desplazamientos internacionales innecesarios, con controles policiales en los aeropuertos para averiguar si los viajeros son simples turistas o tienen una excusa aceptable, tanto en las salidas como en las llegadas.
Como era de esperar, esta medida ha agudizado el ingenio (o la picaresca) y clínicas dentales de las Canarias han registrado en las últimas semanas un aumento de reservas de citas de residentes irlandeses, según ha informado la cadena de radio pública RTE.
Roberta Beccaris, recepcionista de la Clínica Dental Tenerife Sur, ha confirmado este viernes a EFE que están recibiendo más reservas de lo habitual, aunque ya tienen la certeza de que se usan como justificante, ya que la mayoría «no se presenta» después.
Explica que al principio, hace unas dos semanas, comenzaron a recibir cada día «cinco, seis y hasta siete correos electrónicos» y muchas llamadas telefónicas de «gente joven», mientras que lo normal es que sean de «gente más mayor»: «Está claro que lo que buscan son unas vacaciones».
«Ahora es una avalancha. Mientras hablamos, abro la cuenta y ya tengo otros dos correos, no paran de llegar», observa Beccaris, quien también destaca que no es habitual que les pidan «confirmación por escrito» de la cita, otro detalle que les descubre.
«Hoy esperamos a dos pacientes irlandeses, pero no sabemos si vendrán. Obviamente, cuando ya vemos que no llegan, empezamos a entender que es una excusa para ir de vacaciones. Están impidiendo que otra gente sí tenga acceso al tratamiento necesario», lamenta la recepcionista.
El primer ministro irlandés, Micheál Martin, anunció este miércoles que aumentará considerablemente la cuantía de la multa impuesta a los que viajen al extranjero «por motivos no esenciales», para pasar de los 500 euros actuales a 2.000 euros.
Martin indicó que la penalización económica vigente no «es suficientemente disuasoria» y recordó que más del 60 % de los viajeros que llegan a Irlanda en vuelos internacionales son residentes de este país que regresan de vacaciones.
Esos números son relativamente bajos si se tiene en cuenta que el tráfico de pasajeros en los aeropuertos del país ha caído el 97 % en 2021 respecto a 2020, pero el primer ministro considera que son «muy preocupantes» en el contexto de la pandemia, con la aparición además de nuevas variantes más contagiosas.
En este sentido, el Gobierno prepara también una nueva ley para introducir en las próximas semanas cuarentenas obligatorias en hoteles para los viajeros procedentes de ciertos países, así como para todos los que lleguen sin test negativos de covid.