El 16 de septiembre de 2021, el magma se situaba a 5 kilómetros de la superficie y la deformación del terreno ya era de 10 centímetros
La deformidad en el terreno llegaba ya a los 10 centímetros en el sur de la isla de La Palma y el magma se situaba a 5 kilómetros de la superficie. Eran los datos con los que trabajaban los científicos el 16 de septiembre de 2021, hace hoy justo un año.
En La Palma estábamos asistiendo al proceso preeruptivo del volcán de Cumbre Vieja. El Pevolca (Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias) mantenía el semáforo volcánico en el color amarillo, aunque el Gobierno canario ya estaba planeando posibles evacuaciones de la población entorno a unas 2.000 o 3.000 personas.
Comenzó a informarse a la población donde se estaba produciendo la mayor sismicidad de la situación y de lo que hacer y tener preparado en caso de una evacuación. Mientras tanto, la alta sismicidad permanecía en la isla, pero también la presencia en el subsuelo de gases radón y torón.
La Palma, monitorizada de norte a sur, arrojaba predicciones que en algunos casos se cumplieron pero en otros no.
La erupción volcánica comenzó el 19 de septiembre de 2021 en la zona de Cabeza de Vaca y se dio por concluida 85 días después, el 13 de diciembre.