La solidaridad vuelve a cobrar protagonismo en durante estas fiestas de Navidad, convirtiéndose en un pilar fundamental para miles de personas y organizaciones
La llegada de la Navidad no solo transforma calles y hogares, sino que también despierta un impulso colectivo de ayuda y compromiso con los demás. La solidaridad vuelve a cobrar protagonismo en estas semanas previas a las fiestas, convirtiéndose en un pilar fundamental para miles de personas y organizaciones que dependen del apoyo ciudadano.
Según un estudio de CaixaBank, diciembre es el mes en el que más donativos se llevan a cabo en España, con un incremento del 21 % respecto al promedio del resto del año. Este dato confirma que la Navidad actúa como un catalizador de la generosidad, un momento en el que la empatía y el deseo de compartir se traducen en acciones concretas.
La respuesta solidaria
El estudio revela, además, una respuesta especialmente solidaria en general ante situaciones de emergencia y catástrofes. En este contexto, las organizaciones pueden reforzar su capacidad de atención en unas fechas en las que la demanda de ayuda suele multiplicarse.
Uno de los aspectos más significativos del análisis en la influencia de la cercanía geográfica en el comportamiento solidario. Las personas que residían a entre 100 y 200 kilómetros del área afectada incrementaron sus aportaciones en un 83 % respecto al año anterior. Este patrón pone de manifiesto que la empatía se intensifica cuando los problemas se perciben como próximos, cuando las dificultades ajenas se sienten casi como propias.
Para muchas organización sociales, repuntes en las donaciones como las que se dan por estas fechas, resulta esencial. La Navidad es un periodo crítico en el aumentan la necesidades básicas, desde la alimentación hasta el acompañamiento social, y las donaciones permiten sostener programas que marcan una diferencia real en la vida de miles de personas.


