La Traviata no defraudó en el Auditorio Jameos del Agua, la obra de Verdi se representó bajo la batuta de Rafael Sánchez al frente de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas y Elías Roldán del Coro Lírico de Lanzarote

La ópera, ese apasionante género a medias entre el teatro clásico y un concierto de voces únicas que sigue ganando adeptos en la isla, ha cosechado un nuevo y rotundo éxito en el Auditorio Jameos del Agua. Si el pasado verano fue con la representación de las aventuras y desventuras de Don Giovanni, de Mozart, este pasado viernes fue con La Traviata, una de las obras más representativas de Verdi.
Con el ambiente que se respira en las grandes ocasiones y con un público entendido y entregado desde los primeros acordes, La Traviata no defraudó a nadie. Ruth Terán, Juan Noval Moro y Javier Franco brindaron lo mejor de sí mismos sobre las tablas del escenario y, acompañados por Sandra Fernández, Jeroboam Tejera, Gabriel Álvarez y Borja Molina, deleitaron en todas y cada una de las interpretaciones de un espectáculo que contó con la dirección artística del lanzaroteño Pancho Corujo y la dirección escénica de Aquiles Machado.
Con la Sinfónica de Las Palmas y el Coro Lírico de Lanzarote
La batuta estuvo en manos del maestro Rafael Sánchez, al frente de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, y Elías Roldán, director del Coro Lírico de Lanzarote. Según informa un comunicado, juntos demostraron que la magia de la ópera no reside únicamente en la belleza de la música y la voz, sino también en la habilidad para contar historias a través de un arte que involucra múltiples disciplinas.
El consejero de los Centros Turísticos, Ángel Vázquez, agradeció “el trabajo y esfuerzo de quienes han hecho realidad La Traviata”, y adelantó que “desde la la Entidad se sigue trabajando para poder ofrecer más espectáculos de este nivel a todos los amantes de la ópera en la isla”.

Sobre La Traviata
Adaptada de la novela La Dama de las Camelias de Alejandro Dumas hijo, «La Traviata» constituye un hito en la historia de la ópera que reúne las profundas contradicciones de la sociedad del siglo XIX.

El estreno de La Traviata se llevó a cabo el 6 de marzo de 1853, en el Teatro La Fenice de Venecia y fue un rotundo fracaso. Muchos lo atribuyen a una mala representación del elenco pero, al parecer, el factor más influyente fue que La Traviata era la primera ópera dramática que situaba su acción en un tiempo contemporáneo al que fue escrita. Por eso, un año después, Verdi ofreció una nueva representación, esta vez, ambientada en el siglo XVII, donde en medio del debate generado por la «inmoralidad» de la obra, La Traviata se convirtió en la más popular de las creaciones de Giuseppe Verdi.